En la tarde del jueves 16 de agosto fui informado que, luego de más de nueve años y 2,120 columnas, mis servicios para la Revista Hípica El Comandante ya no serían utilizados.

Aparte del sentido de pérdida que representa que alguien no necesita ya más mis servicios, recibí una ‘gaznatá’ emocional al pensar que mi labor fuera tan trivial por los que dependen de ofrecerle al público un poco más que sólo la información de cómo apostar.

No hubo aguante a las críticas sobre el camino que corre el deporte, asegura el lento pero eventual deceso del deporte como lo conocemos, y desafortunadamente para los propietarios de la revista, la desaparición enventual de esa publicación como órgano informativo del deporte.

Durante todos estos años he tratado de cubrir todo lo relevante que ha tenido el hipismo cuidándome de criticar, porque los propietarios de la revista así lo deseaban.

Si he sido culpable de algo es de no percatarme que la Revista Hípica El Comandante es una empresa privada para la que yo escribía una página diaria para hacerla más atractiva al lector, y no tenía el derecho de criticar a nadie que pudiera poner en jaque la existencia de la publicación.

Como hubiera dicho mi querido padre: ‘lo que pasa es que tú no aprendes Tomito’.

Ellos tienen todo el derecho del mundo de proteger sus intereses como crean.

Lo que pasa es que distan mucho de los comienzos de ésta, creada en 1958 por Jaime Straijer peleando como ‘gato boca arriba’ frente a docenas de rivales que no querían que un argentino fuese el el editor de una publicación puertorriqueña especializada en nuestro deporte favorito.

Doblegarse a la presión que puedan ejercer unos funcionarios de turno, no es la manera más efectiva de sobrevivir la metamorfosis de un deporte al que he estado vinculado desde mi infancia.

Me alegra saber que el flamante Secretario de Carreras, Carlos Reyes, haya hecho unas expresiones ‘aclarando’ los errores que causaron que Juan Carlos Díaz sustituyera a Steve Capeles según ‘le faculta el Reglamento Hípico en vigor’ y que Edwin González, sin duda uno de nuestro jinetes más efectivos, ‘tuviera’ que sustituir a Vilmarie Delgado ‘porque ella se ausentó’ y ‘no había más jinetes disponibles’.

Luego de aclarar su punto de vista, el Sr. Reyes increpa que ‘desconoce el propósito’ de las críticas.

Hasta donde yo tengo entendido, todavía vivimos en una democracia y todo el mundo puede poner en relieve lo que considere es un error, especialmente cuando estos ‘deslices’ afectan al público apostador, que si no se ha percatado, es el que paga por sus servicios hasta que ese mismo público decida que ya es hora de cambiar sus funcionarios ‘públicos’.

Por cierto, acabo de enterarme que la Junta Hípica autorizó – efectivo esta semana – un nuevo reglamento que exige la sustitución de jinetes por contrapartes de la misma categoría. Estoy seguro que nada tuvieron que ver mis críticas, pero aplaudo su decisión.

La Revista Hípica El Comandante necesita ofrecerle al público información adicional a los charts de las carreras. De no ser así, basta con entrar a la página web del hipódromo Camarero y conseguir una copia gratis de los charts, sin tener que pagar el $1.50 que hay que desembolsar por poseerla.

Por mi parte, seguiré escribiendo en noticel.com mis selecciones diarias y mis opiniones en una sección llamada ‘Tomatazos’ en donde esta carta estará publicada junto a un puñado de escritos que realzan lo bonito del deporte. Les invito a leerlos que es totalmente gratis.

Si desean hacerle saber a los editores de la revista su opinión, pueden hacerlo a andramarpublications@yahoo.com.

Continuaré disfrutando las carreras hasta que el cuerpo aguante, con la esperanza de que algún día un periodista pueda dar su opinión sin tener que sufrir las consecuencias.

Gracias a todos los que por tantos años me alentaron a continuar con mi columna, pero más pudieron los poderes que rigen el hipismo, aunque sea temporalmente.