Ayer fue un día de emociones encontradas, como uno de muchos durante estas pasadas semanas desde que mi carta al Gobernador se fue viral. Al final del día uno no sabe ni lo que siente, pero sabes que el corazón se te aprieta y el ceño lo frunces en tantas ocasiones que pierdes la cuenta. Te frustra que te enfrentas a un monstruo de mil cabezas, pero tambien sientes satisfacción por tu insistencia y valentía. Ha requerido sacrificio de mi tiempo personal y profesional, pero he logrado confrontar a varias de esas ‘cabezas’ de frente.

He cuestionado al Gobernador, no sólo por la carta que nunca me contestó, si no también en las marchas. También logré hacerle una pregunta por un ‘chat’ en vivo. Le comentaron que la pregunta venía de mi, de la empresaria que le envió la carta. La pregunta la evadió contestando alguna cosa bonita del libreto que repite en cada esquina y le restó importancia a la preocupación que le expresé.

Estuve en las vistas de la Cámara de Representantes. Al menos allí se dio un dialogo muy respetuoso. Contesté sus preguntas sin miedo, con sinceridad, y con el conocimiento que sólo un empresario tiene de su empresa. No me pudieron refutar de manera concreta y contundente mis argumentos. Sin embargo, al final de la vista, te vas pensando que nada de lo que dijiste importa mucho ante el monstruo de mil cabezas.

En un foro que participé recientemente, también cuestioné a un funcionario del Gobierno sobre el efecto de esta reforma en las PYMES. No pudo explicarme de manera concreta y convincente que le va a pasar a las empresas como la mía. Sólo presentó argumentos débiles basado en teorías que no están sostenidas en nada concreto, en nada matemático, ni siquiera en la teoría económica de un libro de texto. Son respuestas que parecen más un libreto o un ‘slogan’ de una campaña de mercadeo, que da más lástima que otra cosa. Prefiero que venga una de las mil ‘cabezas’ y me lo digan de frente: ‘Sabes que, Glorimar? Ajústate los pantalones porque lo que viene es fuerte.’

Al hablar de los beneficios de su Reforma, el Gobierno se enfoca en las PYMES de $75k en ventas anuales. Éstas van a estar exentas del cobro y el pago del IVA. Con todo el respeto que merecen las PYMES de esta categoría, dónde quedamos el resto de los pequeños y medianos comerciantes en esta reforma? Según la definición oficial bajo la Ley 62, esa PYME que tanto mencionan es una micro-empresa. Un pequeño comerciante tiene ventas hasta $3 millones y uno mediano hasta $10 millones. Quién se está preocupando por nosotros? Nadie. A quién importa que una tiendita de juguetes y de ropa de niños en Guaynabo cierre?

El enfoque principal de mi discurso en el pasado mes ha sido el efecto de esta Reforma en las PYMES, especialmente en las tiendas al detal, pues es esa la industria a la que pertenezco y conozco. Sin embargo, he abogado por todos los sectores. Desde un inicio uno de mis argumentos es que estamos todos relacionados. No somos industrias separadas, somos un mismo Puerto Rico. Si me va mal a mi, nos va mal a todos. Esa tiendita de juguetes en Guaynabo genera empleos que junto a miles de otras pequeñas empresas locales formamos la médula de nuestra economía, generando el 90% de los empleos de empresa privada del país. Vivimos en un sistema económico complejo y dinámico, y cuando esto empiece a girar… a Dios que reparta suerte, porque así mismo es la respuesta del Gobierno a mis planteamientos del efecto en las PYMES, subjetiva y no concreta.

Escuché al Secretario de Hacienda decir que el Gobierno tiene que estabilizar su flujo de efectivo. También admitió que esta reforma va a impactar el flujo de efectivo de las empresas de manera negativa. Por conclusión Secretario, vas a afectar mi operación que tanto he trabajado para que sea una óptima, incluyendo un flujo de efectivo saludable, a costa de la ineficiencia y poca efectividad del Gobierno de manejar su dinero. Me sacas de mi efectivo, para estabilizar el tuyo. Bravo (irónicamente).

Me veré en la difícil y muy retante situación de hacer malabares con mi efectivo para pagar mis obligaciones a los suplidores a tiempo, para pagar la nómina, y ver si algo me sobra para invertir en el crecimiento de mi empresa. Qué interesante! Estaré en la misma situación que está el Gobierno ahora. También veré una merma en ingresos a causa de un alza en el impuesto al consumo, incluyendo la perdida de ventas al Internet y un incremento en la emigración. Pero estos argumentos no son suficiente para el monstruo de mil cabezas, porque ‘todos’ vamos a tener más dinero en nuestro bolsillo y el resto es un cuento de hadas. Gracias por pasarme el reto a mi (irónicamente).

Yo empecé el año con tantas ganas, con una nueva estrategia para mi empresa, con planes de crecer, de generar más empleos y mejores oportunidades para mis empleados existentes. Empecé con ganas de seguir aportando a mi país como empresaria porque la responsabilidad social siempre es mi norte. Ahora ando repensando todo, como muchos.

Después de este mes de lucha, me quedan las ganas porque esas no me las quita nadie. Tampoco me quitan el conocimiento y la educación, ni la valentía, ni la fortaleza, ni la libertad de expresar mi voz. Esto no me la quita ni el monstruo de mil cabezas. Los empresarios nos reinventamos constantemente, porque nos distingue nuestro sueño de crear y de innovar, cosa que le falta al Gobierno.

Por cierto, Sr. Gobernador, lo sigo observando, y su discurso me sigue doliendo.