Puerto Rico despertó en días recientes con una nueva estrella en el firmamento: el santaisabelino Carlos Correa, ganador del titulazo ‘Novato del Año’ de la Liga Americana.

Entre sus fortalezas como figura mediática, más allá del terreno de juego, podemos destacar que es un modelo para la juventud en tiempos de desesperanza y siendo tan joven, ya probó que le espera un futuro brillante en la carrera del béisbol.

El despliegue de medios deportivos internacionales que estuvieron esta semana en la Isla y la consistente cobertura local, reafirman que a Correa la fama lo saluda.

El campocorto de los Astros de Houston parece tenerlo todo: provoca unidad con su carismática personalidad, admiración por el respeto que demuestra por su familia y despierta el orgullo patrio cuando hace honor a sus raíces.

El Novato del Año sabe muy bien que lo están mirando y fuera del juego está luciendo una imagen que le da estilo propio con el uso del sombrero. El trigueño nos enamora. Tendría que estudiar más a fondo su proyección, pero sin temor a equivocarme estamos ante un fenómeno mediático, que no solo despierta el respeto de la fanaticada deportiva, sino de las masas interesadas por saber quién es, de dónde viene y qué hace además de su extraordinario desempeño en el béisbol.

@TeamCorrea, ‪#‎CarlosCorrea‬ y ‪#‎NovatodelAño‬ han sido ‘trending topics’ en los últimos días, lo que otra vez corrobora que a Correa, la fama lo saluda. Importante ahora es que este joven cuide de su imagen pública para que no corra el riesgo de que en un futuro se le conozca más por sus conquistas y sus sombreros que por sus récords deportivos. La línea es muy fina y en la historia del deporte existen muchos nombres con brillantes carreras, pero la gente los recuerda más por sus relaciones con mujeres que por sus logros.

De eso se tiene que cuidar todos los días el carismático Correa, pues como figura mediática tiene que saber reconocer qué puertas abre al ojo público, porque una vez esas puertas se abren, muy pocas veces se pueden cerrar. En especial, cuando esas puertas nos dan acceso al interior de su vida.

*La autora es relacionista profesional.