Venció por decisión unánime

El púgil puertorriqueño, Jeyvier Cintrón, conquistó la noche del sábado el título latino junior gallo (115 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) al derrotar por decisión unánime al mexicano, Francisco Alonso Melendez en el turno estelar del ‘Casino Metro Boxing Nights’ que se efectuó en el Ballroom del Hotel Sheraton en el Distrito de Convenciones.

Es el segundo título que conquista el bayamones, quien el mes pasado conquistó el título mundial juvenil en el peso gallo (118 libras) de la OMB. Los tres jueces favorecieron a Cintrón con tarjetas identicas de 100-90. Ahora mejora su marca a 8-0, 4 KO.

‘Gracias a Dios nos coronamos campeón latino de la OMB. Era un peso el cual no hacíamos hace años. Logramos hacer el peso cómodo y dominar con combinaciones. Le sentí las manos, pero logramos hacer el plan que teníamos en la esquina’, dijo Cintrón en declaraciones televisadas.

A la zurda de inmediato, Cintrón comenzó a llegar con sus puños y se dejó sentir con dos ganchos de derecha. El boricua tambien demostró buena defensa y sus combinaciones solamente llegaron al rostro del mexicano para propinarle una cortadura cerca del área de la nariz.

Melendez salió lazando desde el campanazo del segundo asalto, pero tan pronto Cintrón volvió a arremeter sus combinaciones con fuerzas, comenzó a retroceder un poco. Cintrón se mantuvo activo tirando sus combinaciones y no simplemente un ‘jab’ de derecha para establecer un perímetro. El segundo terminó sin novedades.

El sangrado por la nariz de Melendez continuaba comenzando el tercer asalto. El mexicano buscó abrazar en repetidas ocasiones luego de ciertas ráfagas ofensivas de Cintrón, quien lo colocó en aprietos a mediados de la manga cerca de la esquina azul. Sin más, la acción se movió a la cuarta vuelta.

Una recta de izquierda de Cintrón encendió las hostilidades del cuarto. Melendez le gesticuló con su cabeza que no había hecho el daño suficiente y Cintrón fue por más. Parado de frente, Melendez aterrizó un ‘upper’ de izquierda certero al rostro del boricua, que aprovechó para retroceder y reagruparse. No obstante, la ofensiva mexicana seguía activa y recurría más a los puños de poder. En los segundos finales, Cintrón arremetió con un gancho de izquierda.

En la mitad del combate, Jeyvier fue efectivo con los ‘jabs’ de derecha. Aprovechaba para castigar con rapidez cuando Melendez fallaba su artillería mayormente. Dos rectas de izquierdas echaron hacia atrás al mexicano, que continuaba sangrado por la nariz.

Melendez no se amancilló frente a Cintrón que seguía atacando. El mexicano seguía recurriendo a los puños de fuerza, pero no aterrizaban en el objetivo. A su vez, Cintrón demostró buen plan de defensa, que se mantenía deteniendo la ofensiva con su guardia en el rostro. Melendez logró conectar un gancho de izquierda al rostro de Cintrón, pero el boricua se mantuvo de pie y tranquilo mientras se escuchó el final del asalto.

Tan pronto sonó el campanazo inicial del ‘round’, el árbitro, Ramón Peña, escoltó a Melendez a una esquina neutral para que el doctor de la pelea revisara el sangrado por la nariz que sufría el mexicano desde el primer asalto. Con el visto bueno del galeno, la acción se reanudó y Cintrón acorraló a Melendez con sus combinaciones y se refugió en un abrazo para cortar el momento del boricua. Otro gancho de derecha fue derecho al rostro del mexicano, que recibió otro fuerte castigo en los segundos finales, pero sobrevivió el ataque.

Con los pómulos levemente hinchados, Cintrón salió a trabajar en el octavo asalto. Con una clara victoria entrando en los asaltos finales, Jeyvier siguió con su plan de ataque y continuó certero con sus golpes al rostro por combinaciones. Melendez llegó con una combinación al rostro y el boricua tambien le ripostó con sus combinaciones estableciendo un toma y dame.

Fue un asalto donde mayormente Cintrón se desplazó por el cuadrilátero teniendo clara el resultado que hasta ese punto habría acumulado.

En el decimo, el boricua volvió agresivo al igual que Melendez, donde ambos se centraron por buenos momentos para intercambiar puños. Pero ahí quedó todo hasta los últimos 10 segundos finales, donde volvieron al toma y dame para cerrar con fortaleza el combate.