Como efecto cascada, hoy jueves la casa evaluadora de credito Moody’s siguió los pasos de Standard and Poor’s (S&P), degradando el los bonos de obligación general de Puerto Rico de B2 a Caa1.

Igualmente, degradó los bonos de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (COFINA) a Ba3, así como al Banco Gubernamental de Fomento (BGF) a B3. Corrieron la misma suerte la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) y la Autoridad de Acueductos y Alcantarrillados (AAA) con una degradación a Caa2.

Asimismo, degradó la Administración de los Sistemas de Retiro (ASR), la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI), y la Autoridad del Distrito de Convenciones a clasificación Caa2.

Las razones que esbozó Moody’s para degradar el crédito fueron la creciente falta de liquidez y deterioro económico del gobierno, que aumenta cada día la posibilidad de un impago de las obligaciones de la deuda. En un guiño al impuesto al petroleo crudo, también advirtieron que aunque se logre la emisión de bonos, la ‘crudita’ solo resolverá problemas inmediatos y no los problemas económicos fundamentales.

Asimismo, la clasificadora de crédito indicó que aunque una reforma al sistema tributario puede traer beneficios a largo plazo, también da indicios de las dificultades que tendrá la presente administración para cumplir con los bonistas.