En un debate que parece interminable, cada día son más los padres que deciden retrasar o crear su propio calendario de las vacunas que les corresponden a sus niños y, a su vez, cada día más los pediatras que acceden a tal decisión, a pesar del riesgo que pudiera representar, según reconocen.

‘A esos padres primero se les orienta y eventualmente, en algunos casos, la decisión es de ellos. Sin embargo, el itinerario que establece la Academia Americana de Pediatría, que está endosado por el Departamento de Salud y la Academia Americana de Enfermedades Infecciosas, está basado en estudios científicos, en hechos probados de por qué las vacunas son a equis edad. No se trata de un capricho’, dijo el pediatra Víctor Ramos Otero, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico.

Según establece el itinerario de la Academia Americana de Pediatría, a los seis años de edad, un niño debería estar vacunado contra 14 enfermedades consideradas altamente infecciosas, en un total de 29 pinchazos. Este itinerario es considerado como excesivo para algunos padres que deciden buscar métodos alternos para inmunizar a sus hijos o, sencillamente, optan por no hacerlo.

La pediatra Edna Zayas, con práctica en la Torre de Auxilio Mutuo, calculó que de dos a tres padres de cada 10, llegan con la solicitud de postergar la vacunación de sus niños, pero lo más alarmante para la doctora es que este número va en aumento.

‘Mi política no es excluir de la oficina a pacientes no vacunados o a los hijos de padres que vacunan poco a poco. No los excluyo porque cada vez que vienen me dan la oportunidad de tocar el tema y de explicarles los riesgos (de esta decisión) y muchas veces, con el pasar del tiempo, cambian de opinión’, explicó.

‘Cuando vienen, aprovecho la oportunidad para explorar sus preocupaciones, qué conocimientos tienen y cuáles son las objeciones. Les hablo del beneficio versus el riesgo y que todo conlleva riesgo en la vida, pero los beneficios, cuando son superiores, los hacemos’, agregó.

La doctora evalúa los itinerarios de los padres que llegan con su propia agenda y les habla del riesgo que conlleva que sean ellos quienes decidan cuáles ponerles primero, cuando no tienen elementos de juicio. Además, les explica que, ‘gracias a todos las investigaciones científicas que se han realizado, se ha podido concluir que los niños responden bien inmunológicamente cuando se ponen todas juntas’ o en el orden ya establecido por la Academia Americana de Pediatría.

Esta modalidad de no vacunar sigue tomando más auge cada vez, lo que ha preocupado mucho a los expertos de la salud. Entre los casos más sonados, se encuentra el reciente brote de sarampión que se dio hace unos meses en el estado de California y que se le adjudicó a niños no inmunizados.

‘Los grupos antivacunación son una aberración; no la gente, sino el líder, que fue un doctor inglés (Andrew Wakefield) que publicó un estudio fraudulento en la revista Lancet y se tuvo que disculpar. A él le quitaron la licencia y lo metieron preso, y se vino a Estados Unidos a establecer un grupo antivacunación, pero vemos lo que pasa cuando la gente no se vacuna. Uno de los estados en donde menos se vacunan es en California y vimos el brote de sarampión y eso no se daría si la mayoría de la gente estuviera vacunada. Esto no se trata de evidencia anecdótica, sino de evidencia científica’, apuntó Ramos Otero.

‘La responsabilidad no recae en los padres, a diferencia de lo que uno pensaría. El Estado protege a los niños por encima de los padres cuando toman decisiones en contra de su bienestar… pero de cierta manera el estado se ha hecho de la vista larga con este tema’, concluyó Zayas, quien cuenta con un blogal cualrefiere a los padres que temen a las vacunas y que tiene las preguntas más frecuentes con sus respectivas respuestas.