Mientras el mundo admira la potencia que se forja en Oklahoma, los boricuas nos enfocamos en el frío de Minnesota.

DIVISIóN DEL NOROESTE

Minnesota Timberwolves

Aunque no faltarán las buenas vibras que se enviarán desde la Isla del Encanto y sobrepasarán los fríos lagos de Minnesota, la realidad es que la escuadra loba aún está a dos o tres veterano cortos de competir por una posición en la postemporada. La llegada de nuestro colosal campeón José Juan Barea le da un poco de equilibrio a la escuadra y se convierte en la voz veterana del equipo a la 'añejada' edad de 27. Su nueva sortija le da gran credibilidad ante un grupo de jugadores con una edad promedio de un poco más de 23 años. Potencial no falta, con la máquina de dobles-dobles en Kevin Love, la habilidad anotadora del volátil Michael Beasley, la magia y visión de cancha del recién llegado Ricky Rubio y el atletismo de la segunda selección en el sorteo de novatos, Derrick Williams. Estos son algunas de las piezas claves que, de quedarse junta y desarrollar buena química, puede dar el salto de equipo con talento a equipo con resultados.

Oklahoma City Thunder

Si la gerencia de Minnesota necesita un modelo a seguir, no hay uno mejor que el que se ha desarrollado en Oklahoma en los últimos cuatro años. Buenos cambios, buen trabajo de scouting y más importante aún, buena suerte en el momento indicado. En el 2007, los Thunder, anteriormente conocidos como los Supersónicos de Seattle, recibieron el mejor de los regalos. La segunda selección en el sorteo de novatos trajo consigo a un talento que solo se da una o dos veces por décadas. Kevin Durant no solo trae consigo un arsenal ofensivo que lo convierte en uno de los cinco jugadores más difíciles de defender en el planeta, sino que también posee un liderazgo y, mas importante, una humildad que lo distingue de divas como LeBron James y Carmelo Anthony, entre otros. Sam Presti, gerente general, trajo su pedigrí de los Spurs para moldear un equipo alrededor de Durant y lo ha hecho de manera asombrosa. Una escuadra que posee defensa, atletismo, veteranía y dos superestrellas, el joven Russell Westbrook junto a Durant, tiene a la liga mas que atentos a la posible dinastía que se está levantando en Oklahoma.

Denver Nuggets

No estrellas, no problemas. La pasada campaña vio un talentoso equipo en Denver quedarse estancado mientras se convertían en rehenes del capricho de Carmelo Anthony de jugar en la Gran Manzana. Por más de tres meses la gerencia trató de conseguir el mejor cambio posible por la mega estrella de descendencia boricua después que expresara su deseo de irse, solo para ver como éste anunciaba en los medios que solo aceptaría un cambio a Nueva York. Es aquí donde vemos la belleza del baloncesto. Luego del cambio, los Nuggets desarrollaron una de las mejores químicas en la liga y una mentalidad de underdog que les ganó un ticket en los playoff. A pesar de ser eliminados en la primera ronda, por un potente equipo de Oklahoma, hay mucho que gustar en esta escuadra. Ante la ausencia de un jugador superestrella, jugadores como Ty Lawson, Arron Afflalo y Andre Miller han sobre salido en la liga en su rol de overachievers. La presencia del centro carioca Nené y las destrezas del joven Danilo Gallinari van a hacer de este equipo uno de gran molestia para cualquiera que se les cruce en los playoff.

Portland Trail Blazers

Si por mí fuese, el logo de los Trailblazers sería lo primero que aparecería en Wikipedia cuando se escribiera la palabra macacoa. En el año 1974 les cayó en la falda uno de los jugadores con el talento para ser trascendental, en Bill Walton. Excelente en los rebotes, de los mejores en tapones y considerado el mejor en la asistencias desde la posición de centro. Walton solo pudo guiar a su equipo a un campeonato en la temporada 1976-1977 ya que el resto de su carrera se vio masacrada por lesiones llevándolo a jugar menos de un 50 porciento de los juegos en toda su carrera. En el 1984, los Blazers hicieron una de las metidas de pata mas grande en la historia de los deportes al dejar pasar al astro, ídolo, tal vez mejor jugador de todos los tiempos, Michael Jordan, por el centro Sam Bowie. Bowie de entrada no contaba con el talento para impactar la liga de la manera que lo hizo Jordan, pero sí pudo haber ayudado mucho a un equipo de Portland que contaba con un trabuco a finales de los 80' y principios de los 90'. Lamentablemente le dio el síndrome de Walton. Una lesión de tobillo tras otra lo dejó teniendo una carrera menos que memorable. Y es en este panorama que llegamos a los actuales Blazers. En talento, el equipo debería girar alrededor de Greg Oden, seleccionado número uno en el 2007 por encima de Kevin Durant, Brandon Roy y LaMarcus Aldridge. Hoy Roy se encuentra en su casa tras un retiro forzoso a la temprana edad de 27, por serias lesiones en su rodilla, tras haber caído al juego de estrellas tres de sus primeros cinco años en la liga. El centro Greg Oden no ha jugado más de un 30 por ciento de los juegos debido a lesiones y esa tendencia no parece cambiar. En fin, los Blazers son un buen equipo, con gran posibilidad de llegar a los playoff pero no de competir por un campeonato como deberían estar haciendo si la suerte estuviera de su lado.

Utah Jazz

En el año 1988, Jerry Sloan tomó las riendas de manera oficial como el dirigente de los Utah Jazz. Más de 20 años más tarde, Sloan se retiró en plena temporada con un resumé que dice miembro del salón de la fama y el tercer dirigente con mas victorias en la historia d la NBA. Cuando comience la temporada será sumamente extraño no ver su rostro de preocupación eterna andando por el banquillo, así que si de etapa de transición se habla, los Jazz llevan la batuta. Un buen núcleo de jugadores jóvenes como Al Jefferson, Devin Harris y el combo gigante de Enes Kanter (19 años y 6-11 de estatura) y Derrick Favors (20 y 6-9) le dan a la franquicia una buena base para el futuro ya sea desarrollando a dichos jugadores o haciendo un cambio por un jugador establecido. Pero en un oeste donde habrá siete equipos luchándose las últimas dos posiciones de la postemporada, yo no pondría mi dinero en la casa que una vez acogió a nuestro Arroyo.