Los pronósticos meteorológicos se cumplieron y la edición 96 de las 500 millas de Indianápolis de automovilismo, que se disputa en el Indianapolis Motor Speedway, registró una nueva marca de temperatura en la historia de la famosa carrera.

Miles de aficionados que llegaron al circuito fueron advertidos que se preparasen para combatir nada menos que 95 grados Fahrenheit (35 grados Celsius), nueva marca que supera los 92 grados (33) que se dieron en el año 1937.

Las autoridades sanitarias y organizadores de las pruebas durante toda la semana urgieron a los aficionados que acudiesen a presenciar la prueba que tomasen todas las precauciones posibles para combatir el calor con seguridad.

Además también han establecido estaciones portátiles donde las personas pueden refrescarse permanentemente cada vez que lo deseen o necesiten.

También se ha establecido un servicio especial médico que podría atender a más de un millar de personas que sufren los efectos negativos del calor, de las más de 400.000 que han llegado para presenciar la prueba, 257.000 que están sentadas y el resto que la siguen de pie en distintas área del circuito.

Los corredores también están preparados para superar el fuerte calor reinante en la pista y no debe ser un factor que influya en su rendimiento durante la prueba más importante del año en la competición IndyCar.