Después de varias temporadas en que no quiso jugar en la pelota invernal, el veterano receptor Ramón ‘Bigote’ Castro estará de regreso en la venidera campaña al asegurar que dirá presente con los Criollos de Caguas desde el primer día de competencia de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente Walker. El nuevo torneo comenzará el jueves 8 de noviembre en Puerto Rico.

El experimentado receptor, que debutó en las Grandes Ligas con los Marlins de la Florida en el 1999, tendrá a su cargo la conducción del cuerpo monticular de los Criollos, que ya anunciaron como parte de su rotación de iniciadores a los importados Mark Cohoon y Zach Clark. El dúo estará acompañado del talento nativo que incluye al zurdo Luis Cruz en unión a los derechos Luis Atilano y Andrés Santiago, quien debutará en esta función esta temporada.

‘Es una noticia agradable que Ramón esté de vuelta con el equipo, ya que su experiencia es importante para el grupo joven de muchachos que tenemos’, indicó Alex Cora, Gerente General de los Criollos, sobre el regreso de Castro a la novena. ‘Esto nos ayuda con Johnny Monell, además de que puede servir de maestro para el talento joven del equipo’, aseguró el ejecutivo en relación al cagüeño Roberto Peña, una promesa del equipo en la posición.

A nivel local, el receptor de 36 años nativo de Vega Baja ha vestido el uniforme de Santurce, Mayagüez y Caguas. En las Mayores tiene 12 años de experiencia, que incluyen además de los Marlins, a los Mets de Nueva York y Medias Blancas de Chicago. En su resumé tiene una sortija de Serie Mundial en la conquista de Florida en el 2003, aunque no tuvo participación en el clásico de otoño.

Castro, que está cotizado como un excelente receptor defensivo, ha visto acción en 567 desafíos en las Grandes Ligas. Sus números de por vida presentan un promedio de .237 con 67 batazos de vuelta completa, 66 dobletes, 217 carreras remolcadas y otras 155 anotadas en 1,426 turnos oficiales.

En el 2012 no ha visto acción, aún cuando está recuperado totalmente de una lesión sufrida en la temporada anterior con los Medias Blancas. El jugador de 6’3′ de estatura sufrió una fractura, lo que provocó que se acortara su participación con Chicago al tratarse de su mano de lanzar (derecha) en momentos en que bateaba .235, con cuatro jonrones y 10 empujadas en 23 encuentros.