Cincinnati.- El poder del bate latinoamericano liderado por el boricua Ángel Pagán, surgió de nuevo en el momento decisivo para los Gigantes de San Francisco y fue la clave que les permitió ganar 8-3 a los Rojos de Cincinnati en el cuarto partido de la serie de división de la Liga Nacional.

La victoria fue la segunda consecutiva que consiguieron los Gigantes y pasaron de estar a las puertas de la barrida y eliminación a disputar el quinto y decisivo partido para decidir el boleto que les lleve a disputar el banderín del ‘Viejo Circuito’.

Pagán inició el partido con jonrón solitario contra el abridor derecho Mike Leake que salió en lugar del dominicano estelar Johnny Cueto, que no se pudo recuperar de los espasmos que sufre en la espalda desde el juego inaugural, y los Gigantes siempre estuvieron por delante en la pizarra.

Luego llegarían los cuadrangulares de dos carreras cada uno por parte de los venezolanos Gregor Blanco y Pablo Sandoval en el segundo y séptimo episodios, respectivamente, que aseguraron la victoria de los Gigantes al darle todo el apoyo que necesitó el abridor Tim Licecum, que esta vez salió como relevista para ayudar al bullpen del equipo de San Francisco.

Lincecum (1-0) trabajó cuatro entradas y un tercio en los que cedió sólo dos imparables con una carrera limpia, no dio bases por bolas y abanicó a seis bateadores rivales.

El dominicano Santiago Casilla se encargó de sacar los tres últimos ‘outs’ del partido con un hit permitido y un ponche.

Mientras que el abridor Barry Zito aguantó sólo dos entradas y dos tercios en el montículo al ser castigado con cuatro imparables, incluido el jonrón y dos carreras limpias que le pegó el jardinero izquierdo Ryan Ludwick en la parte baja del tercer episodio, dio cuatro bases por bolas y sacó cuatro ponches.

El piloto de los Gigantes, Bruce Bochy, fue también el gran triunfador del partido al decidir retirar de inmediato a Zito tras permitir el jonrón de Ludwick y darle la pelota George Kontos que sacó dos ‘outs’, el último del tercer episodio y el primero del cuarto.

Luego llamó al zurdo venezolano José Mijares que sacó el segundo ‘out’ y dio tiempo a que Lincecum calentase, además de mantener la ventaja en el marcador 3-2, que sería decisiva.

‘Creo que la labor de nuestro bullpen fue decisiva al contener el resurgir del bateo de los Rojos que habían vuelto a entrar en el partido’, declaró Bochy. ‘Todos hicieron una gran labor’.

Los Gigantes pueden hacer historia al completar una remontada de 0-2 en una serie de división al mejor de cinco si el jueves consiguen la victoria.

Ningún equipo hasta ahora ha podido superar una desventaja de 0-2 y además ganar tres partidos seguidos fuera de su campo.