Al entrar al tercer parcial, Quebradillas caía ante Ponce, 45-41. Pero en las filas piratas, no era cuestión de preguntarse ‘¿Y ahora, quien podrá ayudarnos?’.

Simplemente, había que seguir los números y ver las constantes de ese equipo. Nada, que al final Kevin Lisch, quien ha sido el matador pirata por excelencia durante toda la temporada, terminó siendo el Jugador Más Valioso de la Serie y el Guajataca celebró el quinto campeonato de su historia.

‘Nunca he experimentado algo como esto’, decía un incrédulo Lisch, en medio del éxtasis que le rodeaba, con los miles congregados en el coliseo Raymond Dalmau brincando, gritando, gozando y, claro está, bañando con cerveza al estelarísimo armador importado.

Los Piratas habían apaleado a los Leones de Ponce, 89-72, en ruta a darle fin a una sequía de 34 años sin un campeonato y Lisch tenía mucho que ver. De hecho, se puede decir que fue el gran responsable durante la temporada del triunfo deportivo en Quebradillas, el colmo de la palabra consistencia, el ‘pointguard’ por excelencia que a cualquier nivel de baloncesto necesita todo equipo.

‘Tengo compañeros de equipo increíbles’, proseguía la catarsis de Lisch ante la televisión nacional.

‘Ha sido una experiencia difícil de creer. No tengo palabra. No puedo hablar. Ha sido muy divertido. Las cosas buenas no llegan fáciles. Nunca había experimentado algo así’, acotó el canastero estadounidense, que promedió 17.8 puntos por partido, con 4.8 asistencias y 4.5 rebotes.

Lisch dijo que espera volver, aunque la decisión final será de la gerencia.

‘Jugar aquí ha sido la experiencia más increíble de mi vida’, puntualizó.