Un particular acto de repudio hacia el racismo se dió hoy domingo en el Oracle Arena de Oakland, cuando los Clippers de Los Ángeles llevaron a cabo una protesta en plena cancha, por las alegadas expresiones de índole racista del dueño del equipo Donald Sterling.

Previo al cuarto partido de la primera eliminatoria de la Conferencia Oeste, los jugadores guardaron unos minutos de silencio y completaron la rutina del precalentamiento con las camisetas al revés, y se pusieron bandas negras en sus brazos y muñecas, además de vestir medias del mismo color.

La controversia aflora cuando se da a conocer una conversación que fue grabada por TMZ, con declaraciones de tono racista que alegadamente hizo Sterling, en las que le dice a su novia en una conversación telefónica que no quiere ver a negros en el campo de juego.