A pesar de jugar con diez desde el minuto 66 y de sufrir el empate en el 91, Costa Rica se encomendó a Keylor Navas para aguantar hasta la tanta de penaltis con el 1-1 del tiempo reglamentario, en la que venció 5-3 gracias a una parada de Navas. Ahora se medirán en los cuartos a Holanda.

El pase de los Ticos a cuartos es inédito y mejora la participación de 1990, cuando alcanzaron los octavos. Su actuación fue heroica por haber aguantado una hora sin el central Óscar Duarte, expulsado por doble amarilla en el 66.

Los costarricenses se tuvieron que sobreponer también al mazazo del gol de Sokratis Papastathopoulos en el 91, que neutralizaba el de Bryan Ruiz (52).

Como barruntaba el seleccionador griego, el portugués Fernando Santos, sus chicos fueron abucheados cada vez que tocaban el balón.

En el atardecer de Recife, los ánimos y el afecto de los locales fueron para Los Ticos, el equipo inesperado (‘Cebra’, en portugués) del torneo que pasó primero en un grupo D con tres campeones mundiales: Uruguay, Italia e Inglaterra.

Ambas selecciones estaban ante una oportunidad inédita. El peso de alcanzar los cuartos de final del Mundial se notó en dos conjuntos confeccionados para el contraataque. El balón quemó, aunque quemó menos en los costarricenses.

Una incursión de Campbell acabó en falta, pero el colegiado aplicó la ley de la ventaja. Byan Ruiz levantó el ojo y sirvió Bolaños, cuyo remate con la izquierda pasó muy cerca del larguero del portero del Granada Karnezis.

Los griegos, con líneas muy juntas y un solo delantero, Samaras, buscaron el error ajeno y los balones largos a su hombre diana, el propio delantero del Celtic de Glasgow Samaras. Nada de nuevo en el disciplinado conjunto de gladiadores de Santos.

Sin embargo, la imprecisión se adueñó de La Sele. Grecia, más templada y paciente, empezó a sacar córneres y a merodear el área de Los Ticos. Samaras, la pértiga de 1,92 metros, destacó entre los obreros helenos.

Fue Joel Campbell quien intentó dar un golpe de timón al ritmo pastoso de los griegos. El veterano Karagounis, superviviente de la Grecia campeona europea en el 2004, le hizo falta lateral a centímetros del área de castigo. La defensa griega solventó el apuro.

Con los helenos bien sincronizados, Costa Rica solo ganaba brillo cuando Ruiz y Campbell, los jugadores de notable alto de su selección, conectaban. Y fue de forma muy esporádica.

Por la izquierda, Grecia picó. El lateral Cholevas centró pasado y Salpingidis remató de media volea. Keylor, o San Keylor, desvió con los pies a córner. Una parada de categoría para un portero de clase mundial.

Siempre por el costado derecho defensivo de los Ticos y el izquierdo ofensivo de los griegos, Costa Rica lo pasó mal. Lazaros Christodoulopoulos se adelantó a Duarte, que le frenó con una falta merecedora de amarilla. Grecia estaba mejor en el encuentro.

Samaras rebañaba por arriba y Costa Rica no hilaba. Los balones largos era una apuesta perdida de Los Ticos. Pero Ruiz se resistía a la anestesia griega. En una genialidad, se libró de las tarascadas de dos defensores helenos, combinó con Campbell, quien se asoció con Bolaños.

El volante zurdo la puso rasa en la media luna del área grande. Ruiz, con un toque sutil, alojó el balón pegado al poste izquierdo de Karnezis. Grecia metió fuego de ataque de inmediato. Puso a Mitroglou por Samaris.

Una imprudencia de Óscar Duarte, central nacido en Nicaragua, abrió el partido. Por una entrada dura Cholevas se ganó la segunda amarilla. Dejó a su selección en inferioridad cuando aún restaba media hora.

La entrada de Theofanis Gekas puso más pimienta al ataque griego, pero Keylor Navas estiró la manopla cuando fue necesario. La sucesión de pelotazos en busca de los francotiradores griegos la solventó Costa Rica con orden, concentración y Keylor Navas.

Christodoulopoulos desbordó por la derecha y su pase de gol lo abortaron entre el ímpetu de los centrales y la agilidad del portero del Levante. Pero ante tanta insistencia, Costa Rica cedió. Gekas logró posición de tiro y chutó. El rechace de Keylor lo remachó el central del Borussia Dortmund Sokratis Papastathopoulos en el minuto 91.

Fernando Santos, genio y figura, casi ni se inmutó por el empate in extremis que llevó al partido a la prórroga, porque Keylor Navas se encargó de evitar la remontada de Grecia en el tiempo reglamentario con una estirada soberbia a un cabezazo de Mitroglou.

La prórroga alargaba el sufrimiento de los diez futbolistas de Jorge Luis Pinto. Grecia, sobre todo desde la banda de Christodoulopoulos, masacró a centros a la sufrida zaga centroamericana. El medio del Bolonia fue un tormento para Los Ticos.

Con Samaras como extremo izquierdo, el más hábil de los griegos, a pesar de su estatura, Grecia acogotó a su rival, sin pulmones para tanto heroísmo.

Randall Brenes pudo desequilibrar para los costarricenses, pero su centró a

Celso Borges lo limpió la defensa de Grecia. Brenes, otra vez, dio un tímido aliento a los suyos, pero, en carrera, remató desviado.

José Cubero casi se la pone a Campbell y, en el contraataque posterior, un cuatro para uno a favor de Grecia, Christodoulopoulos se encontró con Keylor Navas. Costa Rica estaba desfondada. Había jugado una hora con diez.

Keylor Navas, con otra parada a remate de Mitroglou, se empeñó en mantenerla con aire. Y se llegó a los penaltis, un duelo entre Keylor, portero del Levante, y Karnezis, del Granada. No falló nadie hasta que Gekas, en el penúltimo tiro se topó con Keylor. El central Umaña convirtió el definitivo y Costa Rica vuela en Brasil.