El español Rafael Nadal, segundo cabeza de serie, derrotó por 6-3 y 6-4 al alemán Peter Gojowczyk en la segunda ronda del torneo de tenis de Pekín y se citó en cuartos de final con el eslovaco Martin Klizan.

En la reedición de una de las semifinales del torneo de Doha, donde Nadal debió remontar un set adverso (4-6, 6-2 y 6-3) para alcanzar su primera final del año, el tenista español construyó su segundo triunfo en Pekín sobre la solidez de su servicio.

Un 88 por ciento de puntos ganados con su primer saque y tres errores no forzados evidenciaron la total recuperación de la lesión de muñeca que mantuvo al exnúmero uno del mundo alejado del circuito de la ATP desde su derrota ante el australiano Nick Kyrgios en Wimbledon y antes de su reaparición en competición oficial en Pekín.

Apenas 36 minutos empleó Nadal para solventar la primera manga (6-3) después de aprovechar una de las cuatro pelotas de rotura concedidas por el tenista de Dachau, número 122 en la clasificación mundial y procedente de la fase previa.

Cumplida la primera hora de partido, el segundo favorito sólo había cedido seis puntos -de un total de treinta- con su servicio mientras que Gojowczyk acumulaba la primera rotura de saque en el segundo set (2-1).

Esto situó a Nadal en disposición de abrir una renta de dos juegos y el balear no desaprovechó la ocasión de doblar su ventaja.

Tras un intercambio de aciertos, Rafa Nadal dispuso de su primera pelota de partido con 5-3, pero Gojowczyk encontró tres buenos servicios para negar, momentáneamente, el triunfo al exnúmero uno.

En su segundo encuentro individual en la capital china, el español pagó su inactividad a la hora de sellar su victoria. Tenso con su saque, Nadal debió salvar tres pelotas de rotura -las únicas del partido- antes del definitivo 6-4.

Para sumar su duodécimo juego ante Gojowczyk, además, el español necesitó cuatro pelotas de partido.

Martin Klizan, también procedente de la fase previa, será el rival de Nadal, finalista el pasado año en Pekín, por un puesto en semifinales. El eslovaco se vio favorecido por la retirada del letón Ernests Gulbis, séptimo cabeza de serie.