El segunda base venezolano, Omar Infante, jugó con el bate oportuno y poderoso que lo convirtió en el pelotero latinoamericano más destacado del segundo partido de la Serie Mundial del beisbol de las Grandes Ligas, el cual su equipo de los Reales de Kansas City ganó por 7-2 ante los Gigantes de San Francisco.

Infante brilló al pegar cuadrangular y coronar racimo de cinco carreras en la sexta entrada que les abrió el camino del triunfo y el poder empatar a 1-1 la serie que disputan al mejor de siete. ‘Nadie quería viajar a San Francisco con una marca perdedora de 0-2 y todos éramos conscientes que necesitábamos la victoria’, comentó Infante. ‘Es un sueño pegar jonrón en la Serie Mundial y además ayudar a tu equipo a ganar’.

Si un día antes Infante, en el primer partido, estuvo con la pólvora mojada y se fue en blanco en tres viajes a la caja de bateo, esta vez se encargó de coronar el racimo que definió la victoria de la novena de Kansas City, ya que se fue de 3-2 con par de anotadas y producidas, y mandó la pelota a la calle con un corredor por delante al cazar la serpentina del relevo Hunter Strickland en el sexto episodio cuando el relevista de los Gigantes buscaba el segundo ‘out’ de la entrada.

El ataque liderado por Infante obligó a los Gigantes a mandar al montículo a cinco lanzadores diferentes sin que ninguna pudiese apagar el fuego. El último equipo que usó esa cantidad de serpentineros en una misma entrada en partido de Serie Mundial fueron los Cardenales de San Luis, en el séptimo duelo de la serie de 1985 ante los Reales, que la franquicia de Kansas City ganó (4-3).

Su compatriota, el receptor Salvador Pérez, también produjo dos carreras y protagonizó el incidente en el que Strickland no asimiló bien el jonrón de Infante y le gritó por lo que hubo un intento de pelea colectiva por parte de ambos equipos, que a final no pasó a mayores.

Pérez, que pegó una vez en cuatro enfrentamientos con el lanzador, en el decisivo sexto episodio conectó doble a lo profundo entre los jardines izquierdo y central y remolcó las carreras del primera base Eric Hosmer y del corredor emergente Terrance Gore.

El parador en corto venezolano Alcides Escobar pegó dos veces en cuatro viajes a la caja de bateo y remolcó una carrera, la que pusó a los Reales con la ventaja parcial del 2-1 después que el segundo episodio Escobar conectó doble al jardín derecho y mandó a timbrar la registradora a Infante.

Desde el montículo, Ventura, el novato dominicano de 23 años, trabajó cinco episodios y un tercio, permitió ocho imparables, un jonrón y dos carreras, retiró a dos enemigos por la vía del ponche. Ventura salió sin decisión a pesar de que estuvo haciendo envíos de 96,8 millas por hora (156 kilómetros por hora) y su curva también fue eficaz, sin que el debut en la Serie Mundial le afectase.

‘Salí a hacer mi mejor trabajo, a divertirme y sobre todo a ayudar a mi equipo y creo que al final lo conseguimos con el triunfo’, comentó Ventura, que dejó la pelota a su compatriota el relevista Kelvin Herrera (1-0), que se iba a quedar con la victoria. Herrera trabajó una entrada y dos tercios, dio dos pasaportes y retiró a un enemigo por la vía del ponche.

El dominicano enfrentó a siete enemigos con 32 lanzamientos, 19 de ellos los colocó en la zona perfecta del strike. Por los Gigantes, el guardabosques venezolano Gregor Blanco (1) tuvo la respuesta contra los Reales, al pegar batazo de cuatro esquinas en el primer episodio para el 1-0.

Blanco, que conectó contra los lanzamientos de Ventura, sin corredores por delante y sin ‘outs’ en la entrada, se fue de 4-1 en cuatro los turnos al bate. El jonrón de Blanco fue el primero que se da en la Serie Mundial con el primer bateador del partido desde que lo hiciese el segunda base Dustin Pedroia, de los Medias Rojas de Boston, en el juego inaugural del ‘Clásico de Otoño’ del 2007.

También el cuadrangular fue el tercero que da movilidad a la pizarra para los Gigantes en su historia de la fase final. Los dos anteriores fueron conectados por el puertorriqueño Ángel Pagán en el 2012. El antesalista venezolano Pablo Sandoval, que una noche antes acaparó los reflectores entre los toleteros latinoamericanos, esta vez se fue de 4-1 con anotada y alargó a 25 partidos consecutivos embasándose durante la competición de la fase final.

Sandoval abrió el cuarto episodio de los Gigantes con un doble al jardín central y luego pisó la registradora con otro extra base que pegó Brandon Belt contra Ventura. ‘Ellos hicieron una buena labor, pelearon y encontraron el momento de anotar las carreras que les dejaron con la victoria’, admitió ‘Panda Express’, como cariñosamente se le llama a Sandoval.