En un pequeño centro comunal enclavado en la urbanización Caparra Terrace, donde se celebraban fiestas de cumpleaños y juegos de bingo, fue que nació el Club Sparta en 1994, cuando el entrenador Pedro Rojas empezó a poner y quitar todos los días un matress. Desde ese austero espacio formaba a niños y jóvenes en el arte de la lucha olímpica, jóvenes que en un futuro se convertirían en medallistas mundiales como Jaime Espinal con su plata olímpica, como Franklin Gómez con su oro internacional.

Ahora, el Club Sparta, el club de lucha más exitoso del país, estrena nuevas instalaciones, con una cómoda área para la práctica de la lucha olímpica, en que los dos matresses cumplen con los estándares requeridos por la Federación Internacional de Lucha Olímpica, con una cancha de baloncesto hasta entonces abierta, cobijada solo por un techo de zinc, que ahora luce sus paredes, con unsalón multiusos que se yergue para continuar con el proyecto de tutorías en horario extendido.

Y es que el Club Sparta es más que un centro de formación deportiva, ya que se ha convertido para las más de cien personas que lo frecuentan, en un motor de desarrollo social, educativo y comunitario, labor que 22 años después ha sido recompensada con una nueva infraestructura por lo que, aún en ausencia de ella, ha logrado.

Así lo reconocieron la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz Soto, el presidente de Banco Popular Richard Carrión, el director de recreación y deportes de San Juan, y Pedro Rojas, cabeza del proyecto por muchos años, quienes estaban presentes en la inauguración de la nueva planta física este sábado en ese espacio posterior a la escuela pública Gabriela Mistral.

Fue en el año 2012, cuando Jaime Espinal ganó su medalla de plata en los 84 kilogramos en los Juegos Olímpicos de Londres, que Richard Carrión se comprometió en visitar el modesto pero implacable Club Sparta. ‘Cuando llegó de Londres, visitó el Centro y le conmovió mucho ver lo que se hacía con los muchachos más allá de las medallas’, comenta Beatriz Polhamus, portavoz de la Fundación de Banco Popular.

El Centro no solo formaba con rigurosidad y disciplina a sus jóvenes en la lucha, sino que servía de centro de tutorías para ayudar a los estudiantes con sus asignaciones, además de fungir como un espacio de interacción comunitaria y trabajo voluntario.

Para Pedro Rojas, el proyecto cobró esa forma por circunstancias de la vida. Él provenía de Cuba, un país en que para que los niños compitan se les exige tener aprobadas todas las materias. Creció con entrenadores que también compartían el peso de sus estudios, y él hizo eso mismo con los muchachos, como cariñosamente los llama.

‘En el área de compromiso comunitario, cuando llegué empezamos a trabajar en ese sitio, que me permitieron poner y quitar un matress, entendí que había que buscar alguna manera de que las personas de la comunidad se sintieran parte del proyecto, porque su hijo y su sobrino está ahí, en el proyecto. Difícilmente en una casa alrededor no hay al menos un familiar que haya pasado por el programa en los últimos 22 años’, asegura el actual director del programa de recreación y deportes de San Juan.

En aquella visita, Carrión le preguntó a Rojas qué podía hacer para fortalecer el proyecto. En una servilleta, Rojas dibujó los planes que ahora se han convertido en realidad levantada sobre concreto, a través de una unión de la empresa privada, con la presencia de Banco Popular y El Mesón Sandwiches que levantaron unos $400 mil, del gobierno central a través del Departamento de Recreación y Deportes que pareó esos fondos, y del gobierno municipal, que cedió el terreno al proyecto por los próximos 30 años y los eximió de contribuciones sobre la construcción.

‘Las alianzas producen grandes resultados y hacen que los sueños se conviertan en realidad’, asegura la alcaldesa Cruz Soto, sentada frente a la cancha de baloncesto ahora equipada. ‘Es una prueba más de que las alianzas es la forma de gobernar, que produce encuentros entre personas diversas para lograr un objetivo en común’, prosigue.

A la vez, con la inclusión de Rojas en el gobierno municipal, San Juan ha cuadriplicado la cantidad de centros de formación deportiva que comprende el municipio. De los 12 que existían previo al 2012, ahora son 49 los sitios en que jóvenes se entrenan como parte de su rutina extracurricular, y para ello,se ha intentado multiplicar el modelo del Club Sparta con su labor social.

‘El corazón de la estructura es lo que sucede adentro, es extraordinario, un lugar donde se te enseña a tener compromiso con tu comunidad. No es solamente importante ser atleta sino contribuir al mejoramiento de la ciudad y el país donde tú estás, que es lo que Jaime Espinal llama el ganarse la medalla olímpica de la vida’, dice Cruz Soto.

La Alcaldesa prevé modificar la ordenanza para que sea su Municipio el custodio de los arreglos a la estructura, y a la vez, para que se permita aceptar donativos con el propósito de generar fondos que permitan llevar a los jóvenes luchadores y luchadoras a competir. También, la semana que viene se inaugurará un campo de balompié en el que participan unos 580 niños agrupados en una liga de 42 equipos.

A la par, se remodeló la escuela Arturo Samoán, sede permanente del proyecto 100×35 que busca utilizar la música como medio de desarrollo social a través de diversos instrumentos, y está en proceso la construcción de la sede permanente del Jíbaro de Puerto Rico, que hará lo propio pero con el baile como mecanismo de expresión. ‘Es la recreación, la cultura y el deporte como un arma de formación social, de desarrollo comunitario y económico, concluyó la Alcaldesa.