A casi una semana luego que el gerencial de beisbol, Frankie Higginbotham, sometiera la demanda en la esfera federal en contra del campo corto de los Astros de Houston, Carlos Correa, y sus padres, Carlos Correa Rodríguez y Sandybel Oppenheimer, la representación legal del demandante, Víctor Rivera Ríos, indicó ayer que su cliente está a disposición de llegar a acuerdo entre las partes.

‘Yo aparezco para finales de abril o mayo y comienzo hablar con estos abogados (bufete Grey Robinson). Ellos quieren hacer la mediación afuera, en el estado de la Florida, un estado que yo entiendo que no tiene jurisdicción para resolver esta controversia’, dijo Rivera Ríos, explicando que el demandado para el mes de abril vive en Puerto Rico mientras que los demandantes residen en Texas.

Este deseo de mediación surge luego de la demanda radicada en abril de este año por parte Correa en contra de Higginbotham en el noveno circuito judicial del condado de Osceola, Florida.

La misma establece que el contrato entre CFK Sports Inc. (empresa de Higginbotham) sea nulo o terminado efectivo el 5 de enero de 2017, que no hay obligaciones pendientes o en el futuro referente al acuerdo entre las partes, y que también se tiene que devolver todo los fondos y propiedades debidas a Correa.

‘Nosotros queremos resolver esto, Frankie lo quería resolver desde febrero. La manera que ellos reaccionaron fue demandándolo y a lo mejor pensaba que al demandar a Frankie podían tener más ventaja (para negociar)’, precisó Rivera Ríos, momento que aprovechó para alegar que no han recibido emplazamiento alguno sobre esa demanda radicada en los Estados Unidos.

El letrado expuso que su representado no tiene ningún reparo en llegar a un acuerdo siempre y cuando el jugador esté presente en las negociaciones, algo que se le ha hecho imposible coordinar a Ríos con los representantes legales del jugador.

‘El problema es que cada vez que le pregunto a los abogados ‘Carlos Correa, va a estar ahí personalmente? Este contrato es entre CFK Sports y Carlos Correa, no es con los padres, ni con The Legacy Agency (TLA)’ (Me dicen) no, Carlos Correa no va a estar, va a estar representado con otras partes’, reconoció.

Actualmente, TLA es la agencia que representa a Correa.

En la demanda radicada la pasada semana, uno de los hechos principales que se establecen es que Correa no le notificó una razón justa acerca del despido a Higginbotham, ni tampoco le ofrecieron los 30 días posterior al despido para poder refutar la decisión. Aunque aún no tienen de entero conocimiento la razón exacta por la cual Higginbotham fue despedido, ambos pueden tener sus especulaciones.

‘Estamos especulando, pero yo entiendo que TLA fue el que empujó la terminación del contrato. La única razón por la cual TLA empujó esto (el despido) fue porque querían cobrar esto. Esa es la compañía que entendemos, que promovió este despido’, dijo antes de mostrar evidencia de una factura emitida por TLA cobrándole a Correa una suma total de $125,710.00 del porcentaje de las marcas deportivas tales como Adidas, Wilson, EvoShield, Blast Motion, Central Automotive, entre otras.

‘Estamos dispuestos a escuchar las ofertas y contraofertas de parte de ellos. Nosotros vamos a tomar la decisión cuando recibamos esa oferta o contraoferta y si ese derecho de reembolso, que él (Higginbotham) tiene a su favor, puede renunciar si está satisfecho con el 20 por ciento’, subrayó Rivera Ríos.

Los demandantes precisaron que lo más fácil de cuantificar son los contratos ya que son pagos que están determinados. Esta suma asciende a $750 mil de todos los contratos sin renovar.

Correa Rodríguez y Oppenheimer, fueron emplazados el pasado viernes, mientras que Correa lo recibió el sábado. Ambas notificaciones fueron mostradas por parte del licenciado Rivera Ríos. Los demandantes tienen 21 días para contestar la demanda.

El licenciado anticipó que la familia Correa podría contestar la demanda y llegue una orden de manejo de caso, o los abogados se reunirían para calendarizar varios procedimientos como el descubrimiento de prueba. Rivera Ríos indicó que todo esto se evitaría si la familia del pelotero ‘actúan de buena fe’.