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Sanjuaneras reclaman discrimen en decisión de la FPV de descalificarlas en la final del voleibol

No se les permitió sustituir a su refuerzo embarazada, no se presentaron a jugar y la Liga las suspendió por un año

La jugadora Debora Seilhamer dijo sentirse indignada con la determinación de la Federación Puertorriqueña de Voleibol de descalificarlas y suspenderlas por un año en medio de la disputa por el embarazo de su refuerzo, Destinee Hooker.
Foto: Archivo/NotiCel

El apoderado de las Sanjuaneras de la Capital, en el Voleibol Superior Femenino (LVSF), Marcos Martínez, reclamó que se discriminó contra su refuerzo Destinee Hooker y calificó de injusta la suspensión por un año de todas las jugadoras y cuerpo técnico del sexteto, luego que el presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol (FPV), César Trabanco, descalificó al sexteto de la capital por no presentarse a jugar la final y declaró campeonas a las Criollas de Caguas.

La polémica surgió luego que el equipo de San Juan informara a la Liga que su refuerzo no podía ver acción debido a que su embarazo fue diagnosticado como uno de alto riesgo y el sexteto sanjuanero pidió a la liga que se le permitiera sustituirla para la final.

Sin embargo, el organismo liguero determinó que, según el reglamento, una jugadora importada solo puede ser sustituida por lesión.

En medio de la disputa, las Sanjuaneras no se presentaron anoche al primer partido de la serie final y el presiente de la FPV tomó la determinación de descalificar al equipo, declarar campeonas a las Criollas de Caguas y suspender a las jugadoras de la capital por un año.

Martínez dijo que la decisión de no presentarse a cancha fue suya como apoderado y que las jugadoras no tienen nada que ver con ella, al tiempo que explicó que optó por no jugar la final hasta que se conociera la decisión del tribunal de primera instancia sobre un recurso presentado en ese foro para que interviniera en la disputa.

Según explicó, la refuerzo Hooker fue diagnosticada con un embarazo de alto riesgo y el equipo solicitó a la Liga poder sustituirla, pero la respuesta fue en negativa.

El titular las Sanjuaneras detalló que acudió los foros pertinentes para pedir amparo, pero en todas recibió una respuesta adversa.

“Solicitamos a la Federación que se nos permita sustituir a la jugadora refuerzo. Nos contestaron no ha lugar porque no habíamos acompañado un certificado médico. Llevamos a la jugadora a su médico para que nos diera un certificado diciendo que no podía participar debido a su condición de alto riesgo. Presentamos como una reconsideración, y nos contestaron un no ha lugar porque el médico no había sido designado por la Federación. El próximo paso era apela al presidente (César Trabanco) y también no contestó no ha lugar. Después fuimos al Tribunal Deportivo (Tribunal Apelativo y de Arbitraje Deportivo) y también nos contestó no ha lugar”, explicó Martínez en entrevista radial (WKAQ 580).

“Ninguna de las cuatro instancias entraron en los méritos, así que decidimos, como último recurso, radicar una demanda en los tribunales para que se determinara si un embarazo de alto riesgo constituye una lesión… Pero quiero aclarar que, en el reglamento, la palabra lesión no está definida en ningún sitio”, explicó.

El apoderado del equipo perjudicado dijo que se encontró con la disyuntiva de que, si se presentaban a jugar la final, su reclamo en el tribunal sería académico.

“Mas allá de ganar un campeonato, mi interpretación era que, de acatar el poco razonamiento que se le dio, me sentiría cómplice de un discrimen, de una injusticia’’, sostuvo Martínez.

“Pero mi conciencia no me iba a dejar tranquilo si miraba para el lado sintiendo que esto iba a ser discriminatorio contra una mujer, si se ponía una torcedura de tobillo por encima del embarazo de una mujer”, subrayó el apoderado, quien dijo que el caso en los tribunales continuará y que apelará la suspensión de sus jugadoras y el cuerpo técnico debido a que la decisión de no jugar fue enteramente suya.

Por su parte, la jugadora de las Sanjuaneras, Debora Seilhamer, pidió a los altos directivos de la liga a que protejan a las jugadoras y se aplique un reglamento adecuado, distinto al que rige la liga masculina.

“Totalmente indignada con la determinación de la Federación y del Comité Olímpico. No se entró en los méritos del caso”, sostuvo la veterana jugadora, quien reclamó que se les está viendo como jugadoras y atletas, pero no como mujeres.

Seilhamer dijo que los reglamentos ‘’no están escritos en piedra’’ y deben atemperarse a los tiempos.

“El objetivo es lograr que haya un cambio a largo plazo en el reglamento para que se proteja a la mujer, que es el mayo recurso de la liga. No puede ser que un reglamento de hombres sea el mimo que el de la mujer porque son condiciones fisiológicas distintas”, acotó la jugadora, quien dijo que sus compañeras de equipo están devastadas.

‘’El llamado a la federación a que evalúe el reglamento, que lo atempere a nuestras condiciones como mujer porque es importante que se nos proteja”, sentenció.