El excanastero, que estuvo recluido tras una recaída luego un proceso postoperatorio como parte su tratamiento contra el cáncer colorrectal, agradeció las oraciones y las muestras de cariño en su recuperación.

El excapitán de la Selección Nacional de Baloncesto, José ‘Piculín’ Ortiz Rijos, está una vez más de vuelta a su hogar, tras superar esta vez una crisis de salud que le sobrevino como parte de su tratamiento contra el padecimiento de cáncer colorrectal.

Ortiz Rijos aseguró que «donar, sí salva vidas» y agradeció las muestras de cariño de sus amigos, familiares y fanáticos, quienes donaron sangre y plaquetas para su recuperación, tras una recaída luego su proceso postoperatorio.

El excanastero, que fue diagnosticado en noviembre de 2023 con la enfermedad, estuvo recluido en el Hospital Ashford de San Juan.

“Hoy, miércoles, con mucha gratitud, comparto que he sido dado de alta del hospital después de un poco más de una semana desde mi último ingreso. Este ha sido un proceso difícil, pero me siento agradecido de tener una nueva oportunidad de vida», dijo Ortiz Rijos en declaraciones escritas.

«Quiero expresar mi más profundo agradecimiento al personal médico y de enfermería del Hospital Ashford de San Juan por su entrega y compromiso en mi cuidado. A cada puertorriqueño y puertorriqueña que donó sangre y plaquetas, les debo la vida. Su generosidad me ha dado fuerzas para seguir adelante en esta lucha contra el cáncer colorrectal. Me conmueve saber que, literalmente, corre por mis venas la sangre de mi gente, de mis hermanos y hermanas boricuas que no dudaron en ayudarme», agregó.

Sylvia Ríos, esposa del exjugador, ha sido su voz durante el proceso, sin embargo, en esta ocasión fue el propio Ortiz Rijos, quien se dirigió a todos a los que se unieron en oración por su pronta recuperación.

«También agradezco a todos los que han orado por mi recuperación y me han enviado mensajes de apoyo. Su energía y cariño han sido un gran aliento en este camino. Aprovecho para hacer un llamado a que sigan donando sangre y plaquetas. Hoy fui yo, pero cada día hay pacientes en los hospitales que dependen de este acto de solidaridad para seguir viviendo. Donar sangre sí salva vidas. Hoy regreso a casa con el corazón lleno de gratitud, listo para seguir luchando, junto a mi esposa Sylvia y mis dos fieles compañeros de cuatro patas: Athenas y Aquiles. ¡Seguimos adelante!”, concluyó.