El celebrado golfista Juan Antonio ‘Chi Chi’ Rodríguez se declaró en quiebra al reconocer una deuda impagable de sobre $12 millones, producto del fracaso en ventas y rentas de viviendas en su proyecto urbanístico El Legado.

Según consta en documentos sometidos ante la Corte Federal de Quiebras, Rodríguez y sus socios se acogieron al Capítulo 11 de reorganización luego que informara que no cuenta con los recursos para manejar la deuda adquirida con el banco Westernbank que fue adquirido por el Banco Popular.

El foro judicial celebró el lunes una vista a la que acudió la alcaldesa de Guayama, Glorimari Jaime para informar que el deportista le debe más de $243 mil en patentes municipales desde el año 2005.

Rodríguez anunció su proyecto de vivienda y turístico en el cual reside, para el 2002, cuando compró junto a la empresa Potrero Matos y TMG, 282 cuerdas por un valor de $7 millones. El nombre del proyecto sería El Legado Chi Chi Rodríguez Golf Resort y consiste de 184 unidades residenciales de las que se han vendido hasta 108 desde el 2006, además de su campo de golf.

Los costos de construcción se elevaron drásticamente tras varios cambios en el diseño exigidos por el Westernbank, retrasos en los permisos y hasta demoras de pago al contratista del proyecto por parte de la desaparecida institución bancaria lo que ha elevado la deuda a unos $12 millones, cantidad por la que el Banco Popular deberá liquidar la deuda antes que finalice junio. El golfista ha permanecido como propietario de un 75 por ciento y otros socios mantienen un 25 por ciento y aunque funciona como un fideicomiso, no han podido venderse todas las unidades, mucho menos desde que el nombre de Rodríguez fue borrado del título completo del ‘Legado’ por lo que ‘Chi Chi’ reclamó que sea restituido.

Durante la vista en la Corte de Quiebras, el mismo juez ordenó a los abogados de Rodríguez buscar hasta ‘por debajo de las piedras’ el dinero para cumplir con la deuda al tiempo que el Banco Popular deberá iniciar las gestiones para negociar el plan de reorganización del Legado.

El legendario deportista boricua lamentó que la institución bancaria no le concediera hasta 90 días para reorganizarse, como presuntamente le había prometido su presidente, Richard Carrión, que lo solicitaría al magistrado.

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