La Placita está muerta
La Plaza del Mercado de Santurce no es la misma de antes. Las calles aledañas estan visiblemente vacías a dos meses del último tiroteo ocurrido el 8 de abril. Negocios, que durante los fines de semanas permanecían abiertos hasta entradas horas de la madrugada, un viernes habían cerrado sus puertas antes de las 12 am, y los comerciantes del área coinciden en que los recientes crímenes violentos no son los únicos causantes de la merma de visitantes.
'En Plaza las Américas, en Condado, en Home Depot matan a gente también. Lamentablemente matan en todos lados. Ahora, tu no ves que le den tanta publicidad a eso como a lo que ocurrió aquí', opinaba Carlita Serrano, quien hace 15 años administra la Tasca Budweiser en la Plaza. Además de la cobertura mediática, para Serrano, la extrema presencia policíaca 'está estrangulando a los comercios porque la gente se siente amedrentada'. La mujer explicó que luego del incidente la gente siguió frecuentando el lugar hasta que las redadas, los bloqueos y el cierre de calles y estacionamientos 'lograron crear terror'.
Juan Carlos Aponte, encargado de la seguridad del Club Vibra, difirió de la perspectiva de Serrano diciendo que si 'quitan a la policía se llenará la Plaza de maleantes'. El joven añadió que lo que sí ha disminuido la clientela ha sido la lluvia y que a falta de permisos, la policía ha cerrado muchos de los lotes que servían como estacionamientos.
El Sabroso estaba cerrado antes de la medianoche.
Uno de los bartenders de El Sabroso, Carlos Díaz, y el bartender de turno en el bar El Rubí, Javier Acosta, coincidieron al decir que en La Placita, como en cualquier parte de Puerto Rico, la gente que tiene riñas se enfrenta en donde se encuentre.
'No es el lugar, el crimen en la isla es como un árbol de mangó, gotea por todas partes', aclaró Acosta. Sin embargo, aseguró que después del tiroteo, la gente paró de venir.
El Sargento Andino, encargado de los oficiales estatales que, a pie, en bicicleta y en patrullas indica queson un 'refuerzo' a la policía municipal, defendió su labor al decir que tras la asignación de rondas preventivas jueves, viernes y sábados, los crímenes que se reportan en Santurce ocurren fuera del perímetro de la Plaza. Un oficial que prefirió no identificarse comentó que el Código de Orden Público era una ley muerta hasta que ocurrió el tiroteo. Desde entonces, se permite que las personas en la Plaza beban en la calle hasta las once de la noche y la venta de alcohol se limita hasta las dos de la mañana.
'Antes, por presiones políticas, el alcalde se hacía de la vista larga, pero desde que ocurrió aquello las cosas han cambiado', indicó.
Los comerciantes comentaron que una alternativa para revivir la Plaza del Mercado sería coordinar más eventos de música. En cuanto a la situación económica de los comercios, todos los entrevistados trabajan día a día pues el futuro de la Placita es incierto.
Algunos fieles que aún frecuentan la Plaza también mencionaron la presencia de la uniformada como el factor que ha provocado la merma en visitantes. Doris Quiñones comentó que antes de que ocurriera el tiroteo la policía había comenzado a intervenir agresivamente con quienes visitaban la Plaza.
'Se habían comenzado a meter con la gente y dejé de venir por un tiempo', explicó.
Doris Quiñones y Shakira Santiago. (Nindirí Méndez)
Para Darryl Louzau 'la actitud negativa de la policía ha espantado a la gente'. Louzau añadió que 'queremos a los policías aquí pero de lejitos. Que vengan a velar por la paz y no a empeorar el ambiente.'
Alfredo Luna, quien frecuenta la Placita desde los años 80, opinó que tanto la presencia policiaca como la incidencia criminal son responsables de que la gente ya no vaya a la Plaza.
'Como yo veo esto no creo que este mercado dure mucho más. Ahora hasta hacen fiestas orgánicas en Plaza las Américas y la gente prefiere ir allá', concluyó.
Alfredo Luna es de los que ha notado la merma en La Placita. (Nindirí Méndez)
Podría especularse que la combinación de la crisis económica, la presencia policíaca, la incidencia criminal, la lluvia y la falta de estacionamiento son los causantes de que en la Calle Canals, Bembé, Mijani y Omma recientemente cerraran sus puertas al público.