Promete la pequeña empresa en África
El continente africano parece que comienza a lucir más atractivo para los pequeños empresarios. Desde chocolates en Madagascar, zapatos de cuero en Nigeria, hasta salsa picante en Sudáfrica, fabricantes a menor escala se están aventurando a explotar los recursos y a apostar por la iniciativa industrial en un continente marcado por la pobreza extrema, la corrupción y los conflictos bélicos.
Y es que África se considera un destino de alto riesgo.
Según informa The Wall Street Journal, la economía de África ha promediado una expansión anual sólida de 5% como consecuencia de los crecientes precios de materias primas y nueva demanda del consumidor.
Sin embargo, todavía representa una mínima producción fabril global, de un 1%,al comparar con el 25% de Asia. Según un informe de julio de Naciones Unidas, la cuota del continente en la manufactura que exige una mano de obra intensiva, generadora de empleos, se está contrayendo.
De acuerdo con el diario, la situación alarmó tanto al Banco Mundial que emprendió conversaciones con funcionarios de comercio chinos sobre cómo trasladar más fábricas de China a África. El banco calcula que hay 85 millones de empleos fabriles adecuados para trabajadores no calificados en China, sobre una población de 1,300 millones de personas, pero solamente hay 10 millones de esa clase de trabajos en toda África, con una población de 1,000 millones.
Las multinacionales de Occidente, entonces, han evitado África, prefiriendo países de bajo costo en Asia, como Vietnam y Bangladesh.
Comoquiera, destaca el diario, ejecutivos que trabajan allí notan mejorías en la administración local y dicen que África se está volviendo más viable para inversiones privadas. Por ejemplo, Ruanda, que perdió casi un millón de vidas en un conflicto genocida en 1994, ahora se considera entre las economías africanas de más rápido crecimiento.
Más información en The Wall Street Journal.