A dos semanas de que quede sin efecto el programa para acelerar la compraventa de propiedades Impulso a la Vivienda, implementado por la administración de Luis Fortuño, miembros de la industria abogan para que la Legislatura apruebe una nueva extensión hasta junio del 2014.

En ese sector, sin embargo, no hay un empuje uniforme porque algunos quieren extender los incentivos a las unidades de vivienda de nueva construcción, aún cuando todavía hay un inventario de casi 6,500 unidades que están sin dueño.

Según Juan ‘Jay’ Casalduc, presidente de Mortgage Bankers Association of Puerto Rico (MBAPR), durante los primeros meses de este año, se ha experimentado una caída en la compraventas de unidades de vivienda. El ejecutivo entiende que se debe a que desde mediados de febrero pasado se agotaran los fondos disponibles en la Autoridad parael Financiamiento de la Vivienda (AFV) para el programa ‘Mi NuevoHogar’.

‘Si estos incentivos no se renuevan en junio 30, las personas tienenque pagar un poco más de dinero en la transacción, lo que resulta quemenos personas puedan comprar’, determinó Casalduc, quien esvicepresidente y director de banca hipotecaria de First Bank.

Asimismo, sostuvo que la salida de las propiedades que permanecen eninventario va a ser de manera lentay a menor valor. Por ello, se trabaja en conjunto con AFV para crear un nuevo programa que sea más autosuficiente.

El plan que ya se cocina, es que los bonos para la compra de vivienda ‘sea más una segunda hipoteca, que el cliente va a ir pagando poco apoco. Por lo tanto esa hipoteca puede ser vendida en el mercadosecundario, generándole fondos a la Autoridad de Financiamiento paraseguir haciendo más y más (extensiones)’.

No obstante, Casalduc advierte que ‘en lo que eso pasa, yo creo que esnecesario obviamente una asignación pequeña de fondos para la Autoridad,que nos permita dar ese bono poco a poco’.

Graham Castillo, presidente de Estudios Técnicos, hizo una radiografía del mercado inmobiliario, el viernes en la Convención Anual de Mortgage Bankers Association of Puerto Rico, en donde dijo que este sector se redujo en el 2012 en un 18%, y las inversiones en los proyectos de construcción han mermado desde el 2005 en más de un 68%. Esto, añadió, ha resultado en una reducción de 50 mil empleos en la construcción y 20 mil en el mercado de vivienda.

Hasta septiembre del 2012, la banca tenia unas 6,475 unidades en inventario y, según Castillo, la situación económica en la Isla llevará a que en un 80% de las transacciones de ventas de vivienda, el valor de la propiedad esté por debajo de $150 mil. Se espera que el nuevo plan de incentivos vaya a beneficiar directamente las transacciones de propiedades de alrededor de $200,000.

Por su parte, Rafael Rojo, vicepresidente de Empresas VRM, aseguró quelos incentivos fueron una buena inversión del Gobierno, ya quepermitieron a la banca salir de gran parte de las unidades de viviendaque tenían en inventario, que a principios del cuatrienio pasado alcanzaba unas 16,000.

Rojo indicó que si no se aprueba una nueva extensión ‘el impacto es que todas las transacciones, en un cierre de un financiamiento va a ser más cara para el comprador. El impacto para laindustria es que lógicamente a mayor costo, vamos a tener menosclientes’.

Según Rojo las comunicaciones con la Legislaturapara que se extienda los incentivos hasta junio del 2014han ido progresando.

‘El único fallo que tiene el Proyecto de la Cámara 1022, es que por alguna razón que yo todavía no entiendo, han decidido que eseincentivo sólo aplique a las viviendas de inventario y no a las que seestán construyendo en este momento, que son pocas, pero sonimportantísimas… Van a crear un disloque en el mercado, porque vas apenalizar al que esta arriesgando hoy su capital para construir ysacar un producto nuevo, con mucho sacrificio’, apuntó.

En el P. de la C. 1022, la delegación del Partido Nuevo Progresista estableció que los incentivos apliquen a propiedades existentes cuyo valor no exceda del $1 millón.

La medida dispone alguna exenciones del pago de contribuciones por las ganancias netas generadas a largo plazo con la venta de una propiedad.