Las instituciones de educación superior privada han levantado la voz de alerta ante el reciente mensaje del gobernador Alejandro García Padilla sobre la Reforma Contributiva, del cual se infiere el nuevo sistema de Impuesto de Valor Agregado (IVA) tocaría a estas universidades o colegios.

‘Propongo que estén excluidos de todo tipo de tributo tus medicinas recetadas, los alimentos que preparas para tu familia y el salario de la inmensa mayoría de los trabajadores. Igualmente, la renta residencial privada y la educación pública’, mencionó el Gobernador, a pesar de que la educación pública es gratuita.

Sobre este particular, el presidente de la Universidad Interamericana, Manuel Fernós, indicó que, ‘Se olvida el Gobernador que la educación es un servicio público, sea ofrecida por una institución pública o privada. El IVA impacta directamente a los estudiantes. Por eso, Chile, España, y otros países, excluyen el IVA en enseñanza pública y privada, porque reconocen que la educación es siempre un servicio público, una inversión de futuro y no es un gasto de consumo’.

Fernós pinto un difícil panorama para el estudiantado del país al sostener que, ‘el IVA le da sólo dos opciones a los estudiantes universitarios de Puerto Rico: cargar con más préstamos estudiantiles o simplemente dejar de estudiar. La morosidad del pago de estos préstamos por el alto por ciento de desempleo, afecta el crédito de los estudiantes y pone en peligro las becas federales a los estudiantes del mañana, conforme a la reglamentación federal’.

‘La educación es el mecanismo que brinda oportunidades a los que tienen desventaja económica para convertirse en ciudadanos que aporten al desarrollo socioeconómico de un país’, advirtió el Presidente de la Interamericana.

Por último, exhortó a los estudiantes de todas las universidades y de todos los niveles de educación privada, a sus padres y madres, a que expresen sobre el efecto que tendría el IVA en su desarrollo educativo y profesional.

‘Como educador con más de treinta y cinco años de servicio, enfrentaré todo intento de tratar la educación como un gasto de consumo’, concluyó Fernós.

Por su parte, el presidente del Consejo General de Estudiantes de la Universidad del Turabo, Richard Betancourt, detalló que, ‘La mayoría de los estudiantes de la Universidad del Turabo y de las universidades privadas son de la clase pobre y media de este país, por tanto, son beneficiaros de ayudas económicas. Además, tenemos un gran grupo de estudiantes que trabajan y/o son jefes de familia. Al ser privadas, los costos de educación son mayores en comparación con las universidades públicas. Así que las ayudas económicas apenas dan para pagar los costos de matrícula. Algunos tenemos que solicitar préstamos estudiantiles o trabajar para pagar los gastos universitarios’.

‘Me opongo a que se incluya a las instituciones de educación privada en este impuesto. El gobierno debe incentivar la educación para todos. Por medio de la educación podemos desarrollar profesionales que aportarán a nuestra economía. Al tener medidas impositivas sobre los estudiantes se incentiva al que no estudia, al que no quiere ayudar a mejorar nuestra isla’, coincidió Betancourt.