La Asamblea General de la ONU aprobó el jueves una resolución que fija unos principios básicos en los procesos de reestructuración de la deuda soberana, en una votación en la que estuvieron presentes dos cancilleres latinoamericanos.

Se trata de ‘una resolución a favor de la estabilidad económica, de la paz social y del desarrollo de los pueblos’, afirmó el ministro argentino de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman.

‘Estamos viviendo historia viva’, señaló, por su parte, su colega venezolana, Delcy Rodríguez, que mañana se reúne con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

La resolución fue aprobada por 136 votos a favor, 6 en contra y 41 abstenciones.

El texto establece el derecho de cualquier estado a ‘elaborar sus políticas macroeconómicas, incluida la reestructuración de la deuda soberana, derecho que no debe verse frustrado ni obstaculizado por medidas abusivas’.

Insiste en la necesidad de renegociar la deuda ‘de buena fe’ y por medio de ‘negociaciones constructivas de reestructuración’ y que observen criterios de transparencia e imparcialidad.

También dice que los Estados deben abstenerse de ‘discriminar arbitrariamente a los acreedores, a menos que la diferencia de trato esté justificada conforme a derecho’.

Además, ‘invita’ a los Estados miembros de la ONU a que ‘apoyen y promuevan’ estos principios y pide al secretario general de Naciones Unidas ‘que haga todo lo posible para que los principios sean plenamente conocidos’.

Entre los países que votaron en contra se encontró Estados Unidos, que dijo que la ONU no es el ‘foro adecuado’ para tratar este tema.

La iniciativa en Naciones Unidas surge a raíz de los problemas legales que ha tenido Argentina en tribunales de Estados Unidos por fondos de inversión que han reclamado el pago de bonos soberanos que entraron en cese de pagos en 2001.

Según Timerman, la resolución aprobada hoy es una ‘forma de ponerle límite a los ‘fondos buitre’ que, a falta de una legislación global, han usufructuado la pobreza de muchos países que están aquí presentes’.

Su colega de Venezuela, por su parte, dijo que con este paso la ONU lleva ‘la voz de la dignidad’ y se ‘resta el poder a los ‘fondos buitres».