El Negociado de Energía tiene pendiente una solicitud de emergencia de Genera PR para añadir más capacidad de generación para este verano.

Los residentes de Puerto Rico pueden esperar 90 apagones entre los meses de mayo y septiembre, en contraste con 20 el año pasado para el mismo periodo, según un análisis preliminar de LUMA Energy LLC que se discute en el Negociado de Energía (NE) como parte de una petición de Genera PR para añadir generación de emergencia a la red eléctrica de la isla.

Estos son 4.5 veces más apagones este año que el pasado.

El operador de la red precisó que en los últimos cuatro años, los dos más recientes bajo Genera, no se ha aumentado la capacidad de generación eléctrica porque lo poco que se ha sumado (parque eólico de Punta Lima y generadores de emergencia) se ha neutralizado con aumento en la demanda y con deterioro mayor en las plantas termoeléctricas.

La premisa de la petición de Genera para generación de emergencia es la falla del 14 de febrero que mantiene fuera de servicio la unidad 1 de la central Aguirre en Salinas. Todavía no se ha explicado el origen de ese evento que restó 300 megavatios al sistema. Además, se anticipa que la unidad 5 de Costa Sur en Guayanilla podría fallar si no se le realizan reparaciones próximamente.

A esto, se añaden los efectos que podrían tener el aumento en demanda por el calor que se sufre en verano normalmente, los efectos en el sistema que podría tener una ola de calor más intensa o el impacto de un huracán categoría 3. De estos, la pérdida de alguna unidad de generación adicional y un huracán son los factores que más podrían aumentar la cantidad de los apagones. La cantidad de apagones que LUMA proyectó no son apagones generales que afecten toda la isla, sino apagones por sectores.

En su petición del 26 de febrero, Genera presentó varias propuestas: instalación de 800 megavatios de generación portátil en Aguirre, Cambalache, Jobos y Yabucoa; sustituir unidades con unas usadas, pero de alta calidad; usar varias barcazas con unidades de generación que pueden desplegarse a “localidades costeras estratégicas” para atender deficiencias en el sistema.

La petición no presenta detalles de tiempo y costos para estas alternativas y propone que el negociado les permita variar el tracto usual de las evaluaciones que hacen para que se les aprueben las alternativas antes de que la compañía presente estimados de costos. Si se autorizan, Genera realizaría un proceso “de compra de emergencia”.

A la vez, la empresa aseguró que las limitaciones del sistema atrasan el decomiso de las unidades termoeléctricas actuales, que es el propósito principal del contrato de operación que se les concedió porque las plantas actuales, viejas e ineficientes, suponen salir del sistema para dar paso a generación basada en energía renovable. El plan de emergencia que propone Genera no integraría energía renovable, sino combustibles fósil, como el gas natural que vende la matriz de la operadora privada, New Fortress Energy (NFE).

“Genera está actuando de buena fe”, subrayaron en su solicitud.

Tras eso, el NE le pidió a LUMA que planteara su posición. En su respuesta, el operador de la red advierte que “será un reto localizar e instalar 800 megavatios de generación de emergencia nueva en el corto plazo”.

“LUMA no ha tenido la oportunidad para revisar o hacer evaluaciones sobre los retos técnicos y de tiempo para instalar 800 megavatios de generación. Esto requiere evaluación profunda de la propuesta de Genera, incluyendo identificar y priorizar las localidades, condiciones de los lugares y modelar el impacto al sistema. Aunque parte de este trabajo se puede acelerar aprovechando los esfuerzos previos relacionados al esfuerzo de estabilización de generación después del huracán Fiona, esta evaluación requiere una cantidad importante de empleados y presupuesto para completarse”, concluyó el operador al pedirle a Genera una reunión para adentrarse en los detalles de su propuesta.

A la vez que esta propuesta de Genera está pendiente en el negociado, la Administración González Colón se acercó a la compañía para renegociar su contrato, de manera que se eliminaran los incentivos a los que podía acceder Genera su cumplía con parámetros que incluyen ahorros de costo de combustible.

La gobernadora Jenniffer González Colón lo proyectó como un acto de fiscalización. Pero, el día siguiente, el jefe de NFE y Genera, Wesley Edens, dijo al mercado financiero que fue “fácil” aceptar la propuesta porque el esquema de incentivos ya no se alineaba con lo que esperan hacer en la isla y porque el gobierno también les renovó por un año su contrato de suplido de gas natural a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y también les anticipó que van a pedir propuestas nuevas para ese contrato con el fin de convertirlo en un acuerdo de largo plazo, 10 años o más. El gobierno también requirió que NFE fuera el suplidor de combustible para la nueva planta de gas que construiría la empresa Energiza LLC. Con el cambio en el contrato, el gobierno le pagará $110 millones a Genera, lo que provocó que la acción de NFE despuntara después de meses en descenso.

Julio es el mes pico de fallas, según la proyección de LUMA. El año pasado, el apagón promedio duró tres horas y el consumo en horas de la noche es el más susceptible a afectarse con los apagones.

Para leer la moción de LUMA, pulse aquí.

Vea:

Para Genera fue “fácil” aceptarle la propuesta a la gobernadora y tener más negocio en PR