Se había ordenado su cierre en el mes de abril ante el repunte de casos de Covid-19.

Desde marzo del 2020 la dinámica escolar cambió; en lugar de tomar clases en un pupitre, se comenzaron a tomar en una tableta o computadora desde las casas. Luego de un intento de reapertura, se tuvieron que cerrar las escuelas nuevamente porque el nivel de contagio de Covid-19 estaba en su pico. Ayer, nuevamente, los planteles escolares certificados por el Departamento de Salud abrieron de manera presencial.

“El estudiante que ha llegado, ha llegado contento, porque al fin va a estar en la escuela, y va a ver a la maestra y a los amigos”, comentó la directora de la Escuela Ramón Marín Solá en Guaynabo, Soraya Cruz.

De una matrícula de 400 estudiantes, hoy se dieron cita alrededor de 23 estudiantes.

“Hemos tenido un número menor del que habíamos tenido anteriormente, pero espero que los padres nos den ese voto de confianza y vengan el lunes”, explicó la directora del plantel elemental en Guaynabo.

Los estudiantes que asisten de manera presencial llegan con sus equipos electrónicos, como tableta o computadora, y así la maestra sigue dando las clases de manera virtual con los que están en las casas.

Por otro lado, el secretario de Salud, Carlos Mellado, modificó la medida que cerraba las escuelas si el municipio estaba en rojo, y solo se cierran si hay un brote en la escuela. Es decir, la primera opción no es cerrar las escuelas, ya que según los datos no han ocurrido brotes en los planteles escolares. Si el municipio fuera a ponerse en rojo, se tendrían que maximizar las medidas de seguridad, dijo Mellado.

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“Esté rojo, naranja o amarillo hemos trabajado con el mismo rigor y mismo compromiso. El protocolo del Departamento de Salud establece los puntos de cotejo y que los estudiantes vengan con mascarilla quirúrgica”, expuso Cruz.

“Tenemos materiales de higiene como alcohol, hand sanitizers, y contamos con un equipo de enfermería, psicólogas y trabajadores sociales. Estamos con el mejor cernimiento para que si el estudiante se siente mal no pase ni del portón”, abundó la directora.

En cuanto al posible rezago académico que tienen los estudiantes ante varios factores alrededor del Covid-19 y la tecnología, Cruz dijo estar dispuesta a que su plantel sea considerado para brindar clases de verano. Cerca de 40,000 estudiantes en el Departamento de Educación tenían F en sus notas, lo que representa casi el 20% de los alumnos en el sistema público de enseñanza.

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Por último, la directora recalcó la importancia de que los padres de sus estudiantes le vuelvan a dar el voto de confianza.

“Animamos a que vuelvan a darnos el voto de confianza, falta poco para que se acabe este año académico, pero tenemos que garantizar que se atienda efectivamente el rezago académico en nuestros niños”, expresó Cruz. “Estamos aquí para servir y enaltecer el nombre de las escuelas públicas, para mostrar que la escuela pública sí puede hacer un excelente trabajo”, añadió.