«The Housemaid» confirma el rango actoral de Sidney Sweeney y Amanda Seyfried
La premisa de este filme es sencilla: una mujer en una situación económica complicada acepta trabajar como empleada doméstica para una pareja adinerada y aparentemente perfecta. Desde ahí, todo comienza a torcerse.
Existen miles de películas con libretos originales que logran impactar y muchas otras que simplemente no funcionan. Lo mismo ocurre con los libretos adaptados, aquellos que parten de una historia ya existente en otro formato, como novelas, y se transforman para la pantalla grande. «The Housemaid» pertenece a este segundo grupo y demuestra cómo una buena adaptación puede sostener una experiencia sólida de suspenso.
La película está basada en la novela homónima de Freida McFadden y cuenta con un elenco encabezado por Sidney Sweeney, Amanda Seyfried y Brandon Sklenar, bajo la dirección de Paul Feig. La premisa es sencilla: una mujer en una situación económica complicada acepta trabajar como empleada doméstica para una pareja adinerada y aparentemente perfecta. Desde ahí, todo comienza a torcerse.
Lo que realmente distingue a «The Housemaid» es el manejo de la tensión. En apenas cinco o seis minutos, la película establece un ambiente incómodo que no se disipa en ningún momento. La dinámica entre los personajes interpretados por Sweeney y Seyfried es el motor principal de esa sensación constante de amenaza. El relato se apoya en un juego continuo de apariencias, donde nada es exactamente lo que parece.
El llamado dime y direte entre los personajes mantiene el interés de principio a fin. Cada escena añade una nueva capa de duda y cuando llega el desenlace, queda claro que la espera valió la pena. El giro final recontextualiza todo lo visto y refuerza la idea de que la película siempre estuvo jugando con las expectativas del espectador.
Desde el punto de vista técnico y de producción, se trata de una película bien ejecutada que sabe dosificar la información y sostener el suspenso sin recurrir a excesos. Verla, después de otros trabajos recientes de sus protagonistas, ayuda a dimensionar su rango actoral. Comparar a Amanda Seyfried en «The Testament of Ann Lee» con su rol aquí, o a Sidney Sweeney tras verla en «Christy», evidencia contrastes claros en tono, energía y construcción de personaje.
Para quienes no conocen la novela original, como fue mi caso, The Housemaid funciona perfectamente como un thriller efectivo y accesible. Para quienes sí leyeron el libro, todo apunta a que la experiencia será aún más disfrutable al reconocer los giros y las decisiones de adaptación.
Durante una entrevista para NotiCel, conversé con Amanda Seyfried y Sidney Sweeney sobre su proceso de preparación para interpretar personajes tan distintos entre proyectos consecutivos. Seyfried destacó lo refrescante que resulta alejarse de versiones de sí misma y asumir roles con capas que no le pertenecen personalmente. En particular, señaló que estos personajes le permitieron explorar niveles de empoderamiento y actuación dentro de la actuación, algo que no había hecho antes.
Por su parte, Sweeney explicó que busca activamente proyectos que la reten y la saquen de su zona de comodidad. Para ella, el miedo inicial es una señal positiva, ya que implica aprendizaje y crecimiento. Ambos papeles, filmados con pocas semanas de diferencia, le exigieron herramientas distintas y reforzaron su interés por asumir riesgos creativos.
«The Housemaid» se sostiene como un ejemplo de cómo una adaptación bien entendida, combinada con actuaciones comprometidas, puede ofrecer un thriller tenso, engañoso y efectivo, incluso partiendo de una premisa simple.
«The Housemaid» llega a cines el 18 de diciembre.
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