La cantante Cassie Ventura, principal víctima en el juicio por tráfico sexual que enfrenta Sean Combs, afirmó que el rapero trasladaba de una ciudad a otra a trabajadores sexuales para que tuvieran relaciones con ella mientras él miraba.

La Fiscalía enseñó en el tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York fotografías de una docena de 'escorts' -en su mayoría afroamericanos- que presuntamente participaron en estos encuentros, conocidos como 'freak offs', en diversas ciudades.

Por ejemplo, uno de ellos, un hombre blanco llamado Ash, tuvo relaciones con Cassie en Los Ángeles e Ibiza, mientras que otro de los presuntos trabajadores estuvo con ellos en Las Vegas y Los Ángeles.

El rapero, de 55 años, enfrenta cargos de transporte para ejercer el proxenetismo, algo que estaría respaldado por el testimonio de Cassie.

La cantante de R&B, que mantuvo una relación de idas y venidas con Combs durante 11 años, está compareciendo en el tribunal embarazada de ocho meses y medio, lo que la obliga a hacer descansos de diez minutos cada hora y media.

Por su parte, Diddy, que iba vestido con un jersey blanco, recibió el apoyo de tres de sus hijos y su madre, quienes han estado presentes también en sesiones previas.

Además de sus familiares, la sala del tribunal se ha llenado estos días de personas del público y periodistas y, de hecho, la corte ha habilitado varias habitaciones extra para poder albergar a todos los interesados en ver el proceso.

Durante las audiencias, en las habitaciones alternativas no faltaban las exclamaciones de sorpresa del público cuando Cassie u otro testigo contaban detalles sobre estos encuentros sexuales.

Algunos incluso hacían comentarios sobre las declaraciones, a veces en favor de Diddy.

En la audiencia de miércoles, que continuará con las preguntas de la defensa, Cassie dio más detalles sobre estos 'freak offs', que aseguró le causaban problemas de estómago y gastrointestinales -debido sobre todo al abuso de drogas-, así como múltiples infecciones de orina.

La cantante también contó que, en un vuelo en el que Combs y ella volaban a Nueva York, el rapero le enseñó videos de estos encuentros sexuales que ella creía había eliminado pero que en realidad había guardado en su computadora.

“En ese momento, había gente alrededor mía”, destacó, insinuando que otras personas podrían haber visto este contenido.

Una vez en la Gran Manzana, contó, fueron a cenar y él le propuso tener un 'freak off', "así que lo tuvimos (...) En aquel punto, prefería hacer lo que fuera para que no estuviera enfadado".

La cantante relató en una sala llena de personas varios episodios similares a este, en los que tras agredirla físicamente o amenazarla de una u otra forma, Combs le insistía en participar en estos encuentros sexuales, que duraban horas e incluso días y en los que, aseguró, nunca quiso participar por su propia voluntad.