La politiquería los hizo salir corriendo

Cinco miembros de la Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Electrica (AEE), renunciaron hoy, jueves, a su cargo luego de que el gobernador, Ricardo Rosselló Nevares, ordenara bajar el salario de $750,000 que devengaría el nuevo director ejecutivo de la corporación pública, Rafael Díaz Granados.

En una corta carta comunicaron su renuncia el presidente de la Junta, Ernesto Sgroi; el vicepresidente Edwin Irizarry; Erroll Davis; el propio Díaz Granados y Nisha Desai.

Tambien se supo que Díaz Granados no duró ni un día en el puesto luego que personal de la AEE tambien confirmara que hoy presentó su renuncia. El anuncio de su sustitución a Walter Higgins III -quien duró unos cuatro meses en la posición- se da en medio de críticas por el exorbitante salario propuesto, que representaba $300,000 más de lo que cobraba el saliente director.

Higgins III tambien fue criticado por su salario y por contratar a un asesor, Víctor Peña Vargas, por $315,000. Esto le valió al entonces director de la Junta de Gobierno de la Autoridad una amonestación pública por parte de la secretaria del Departamento de Justicia por posibles violaciones a disposiciones de la Ley 66 de 2013, que regula las bonificaciones de productividad en las agencias.

‘Las fuerzas políticas en Puerto Rico han proporcionado una declaración definitiva que quieren seguir en control de la AEE’, sostiene la misiva remitida con copia a Walter Higgins, que deja la silla directiva en la corporación pública el 14 de julio.

La reestructuración de la deuda de la AEE está ante la consideración de la jueza federal Laura Taylor Swain bajo el Título III de la Ley PROMESA. A su vez, un comite recien nombrado está a cargo de desarrollar el marco que regulará su privatización.

Tan reciente como febrero, Swain dio paso a un prestamo de $300 millones a la Autoridad para continuar operaciones y proteger el valor de sus activos.

En la Junta de Gobierno solo quedan los cercanos a Fortaleza, la asesora de Desarrollo e Infraestructura de Rosselló Nevares, María Palou; y los miembros exoficio, Gerardo Portela y Christian Sobrino. Este último adelantó que el director de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Eli Díaz Atienza pasará a la Junta, por lo que solo restará un cuarto nombramiento del Gobernador para que haya quorum suficiente que pueda aprobar o no el nombramiento de un nuevo director.

Higgins III se encargará de la dirección de la corporación pública por dos días adicionales, hasta el 14 de junio.

Según el exrepresentante del consumidor de la Junta de Gobierno de la AEE, Luis Santini Gaudier, ahora procede que el Gobernador llene las vacantes de los cinco miembros renunciantes, proceso que según el único integrante de la Junta que no renunció, Christian Sobrino, comenzó.

No obstante, Santini Gaudier sostuvo que las decisiones de la Junta de la AEE han lacerado a Rosselló Nevares en la medida que aprobaron las contrataciones de Higgins III, Peña Vargas y Díaz Granados.

Más aún, el exrepresentante aseguró tener conocimiento del estilo gerencial de Higgins a traves de sus fuentes en la AEE. Según explicó a NotiCel, el exdirector ejecutivo interino, Justo González, fue un recurso clave en el desempeño del primero.

‘Higgins trajo a Peña para que hiciera su trabajo. Peña tenía a Justo González para que hiciera el trabajo. Entonces, ¿quien estaba haciendo el trabajo? Justo González, quien es quien conoce el sistema. Los otros dos no tenían idea ni dónde queda Barranquitas ni cuáles son las subestaciones. No tienen idea de nada, ni cuál es la línea 100,900’, manifestó Santini Gaudier.

González ocupó la dirección ejecutiva de la AEE tras la salida de Ricardo Ramos el año pasado. Al entrar Higgins bajo el cargo de Principal Oficial Ejecutivo (CEO por sus siglas en ingles), González retuvo su cargo y colaboró junto a Higgins hasta el pasado mes cuando anunció su retiro de la corporación pública.

Peña Vargas, por su parte, fue contratado el 9 de mayo para un termino de 12 meses y para asistir directamente al CEO para mejorar la operación de la AEE. Posteriormente, trascendió que Peña Vargas trabajó en las mismas compañías electricas que dirigió Higgins en la decada de los 90 y del 2000.

El exrepresentante del consumidor argumentó que tanto el salario de $450,000 de Higgins, como el de $750,000 para Díaz Granados eran ‘ilógicos’, pues no contaban con el conocimiento del complicado y antiguo sistema electrico. Agregó que la condición financiera de la corporación pública tampoco provee cabida para este tipo de compensación, que según la Junta de la AEE va en línea con la paga que reciben otros directores ejecutivos de otras compañías electricas.

‘Si tú estás en perdida, pues tú tienes que ajustar tus necesidades a tu condición económica. No puede ser que como yo necesito un gerente, yo voy a pagar a lo que se paga en el mercado. Nadie administra efectivamente de esa forma’, sentenció Santini Guadier. ‘Tú no puedes pagarle a personas ajenas al sistema. Si tú le pagas a personas ajenas al sistema estás perdiendo el dinero’, agregó.

Anterior a Higgins y Díaz Granados, el sueldo de los directores ejecutivos de la AEE era de $170,000 al año, lo que Santini Gaudier catalogó como una compensación razonable para la condición en la que se encuentra la corporación pública.