El director ejecutivo Joel Pizá Batiz dijo que para prevenir más situaciones de riesgo se puso en marcha la Junta Asesora de Seguridad Portuaria, que servirá para recibir el insumo de distintas entidades que usan esta zona marítima.

No podía de otra forma: frente al continuo tránsito de embarcaciones por la bahía de San Juan -solo de cruceros, en el año fiscal 2021-2022 llegaron al puerto 266 embarcaciones-, la Autoridad de Puertos (APPR) quiso poner orden y creó una Junta Asesora de Seguridad Portuaria, con la que se buscará establecer un reglamento de seguridad para la zona y multas que eviten accidentes.

En el año fiscal 2021-22 el puerto de San Juan registró 1,385,673 contenedores, 7,917,288 toneladas de carga y 417,399 pasajeros de cruceros, con todo lo que implica en términos de barcos y cargueros, que usan la bahía de San Juan por distintas rutas ya preestablecidas y que tiene relación con la labor de la Guardia Costera de Estados Unidos (el USCG), los San Juan Bay Pilots, las compañías de remolcadores, la Asociación de Navieros de Puerto Rico, entre otras entidades.

Según el director ejecutivo de la APPR, Joel Pizá Batiz, “tenemos la meta de promulgar un reglamento en 2023 (que había sido derogado), que propenda mejores prácticas de seguridad marítima y de coordinación operacional en la bahía de San Juan y para el tráfico marítimo”.

El funcionario indicó que la iniciativa se da ante “incidentes de seguridad” y una industria “desregulada”, lo que ha generado desavenencias entre los operadores marítimos y falta de coordinación.

Para el titular de la agencia “debería haber más orden y el reglamento es una herramienta para evitar situaciones de riesgo, como por ejemplo determinar acciones simples como qué barco atraca primero”.

También subrayó la necesidad de atender las embarcaciones abandonadas en el canal San Antonio de la bahía de San Juan.

Agregó que otros elementos a los que se pondrá atención son “la iluminación de las instalaciones, a los operadores de las terminales, a la comunicación…” y adelantó que se impondrán multas monetarias a quienes violen las directrices.

Aclaró que el reglamento no tiene relación con el tema de la delincuencia en la bahía de San Juan: “Lo que tiene que ver con polizontes, trata humana o narcotráfico lo maneja la Guardia Costera, es un campo ocupado por las autoridades federales”.

Pizza Batiz recordó que en la bahía de San Juan se llevan a cabo una diversidad de operaciones y resaltó el alto tráfico de embarcaciones en el área, que lo comparó “con una carretera”.

“La entrada de la bahía de San Juan es una de las infraestructuras más críticas de Puerto Rico, ya que a través de ella pasa más del 80% de nuestras importaciones. Ante dicha realidad, es indispensable velar por la seguridad y por una coordinación marítima adecuada en la bahía de San Juan”, declaró Pizá Batiz.

La bahía de San Juan alberga al principal puerto del país y a los muelles de crucero.

De acuerdo con la página cruceroadicto.com, la zona cuenta con seis canales de navegación, de entre nueve y 12 metros de profundidad, que es controlada por 153 cámaras, siete con visión nocturna las cuales cubren 17 kilómetros de perímetro de la bahía.

También posee un centro de comando con cinco estaciones de control y 16 cámaras de circuito cerrado.

Igualmente, se maneja un sistema de vigilancia de radar (Radar Video Surveillance) y AIS (Automated Identification System), que identifica automáticamente toda embarcación que entra y sale del puerto.

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