Memoria Viva: otra renuncia ejecutiva en la historia puertorriqueña
En los pasados días Puerto Rico hizo historia tras dos semanas de intensas manifestaciones que lograron la anunciada renuncia del gobernador Ricardo Rosselló Nevares. Aunque es el primer mandatario electo en renunciar a su cargo, no es la primera vez que un gobernador de esta isla anuncia su dimisión rodeado de escándalos.
En esta cápsula de Memoria Viva, realizada en colaboración con En Contexto, explicamos un interesante tecnicismo mediante la historia del décimo octavo Gobernador de Puerto Rico nombrado por el Presidente de los Estados Unidos tras la invasión del 1898.
Según la investigación que realizó y compartió a NotiCel el estudiante de Derecho y fundador de En Contexto, Henry Rodríguez Gracia, para el verano de 1933 el presidente Franklin D. Roosevelt nombró como gobernador a uno de sus más allegados colaboradores, el periodista y empresario Robert H. Gore.
Gore, del estado de la Florida, era padre de una familia numerosa y devoto católico romano. Así que resultaría lógico pensar que habría mutua cordialidad entre él y la isla, predominantemente católica. Sin embargo, [su religiosidad] no bastó para contrarrestar la ausencia de habilidad administrativa, su falta de tacto y discreción, y la carencia de la dignidad y personalidad propia de un ejecutivo; sombras que le ganarían una efímera y tortuosa carrera como gobernador'.
- Henry Rodríguez Gracia
Su vista de confirmación en el Senado federal pasó casi desapercibida. La única oposición a su confirmación provino de los puertorriqueños residentes en Nueva York. La diáspora consideraba que Gore carecía de tacto y experiencia en asuntos de gobierno. 'Bob', como se le conocía en las esferas de poder en Wahsington D.C., ni siquiera sabía dónde quedaba Puerto Rico.
Incluso, en una entrevista para el periódico El Mundo, Gore aludió a los boricuas como a 'esos pobres diablos que viven por allá'. No obstante, el nominado recibió el importante endoso de la United Fruit Company, dueña de numerosas propiedades en la isla y la más grande de las compañías agrícolas estadounidenses del Caribe.
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Gore asumió el poder con la intención de extender el Nuevo Trato a la isla, prometió hacer en sus cuatro años por Puerto Rico lo que el presidente Roosevelt había hecho en sus primeros 100 días por Estados Unidos.
Su mensaje inaugural, dado el 1ro de julio de 1933, se enfocó en:
La reafirmación de la promesa de estadidad.
Su oposición al control de natalidad.
Su promesa de legalizar las peleas de gallos.
El nuevo gobernador rápidamente se ganó el escepticismo de los líderes políticos de la isla y logró alborotar a la oposición liberal en varias ocasiones. Sus confrontaciones con Antonio Barceló y Luís Muñoz Marín fueron catalítico para una aguda crisis política. La opinión pública fue desfavoreciendo a Gore cuando exigió que los jefes de agencias que nombrara fuesen 'ciento por ciento estadounidenses'.
De las más escandalosa y controversiales acciones de Gore está su deseo de destituir al entonces comisionado de Instrucción Pública, el doctor José Padín, en sus esfuerzos por impulsar la 'americanización' en la Isla. Barceló decidió atacar a Gore y cablegrafió al presidente Roosevelt.
19 de agosto de 1933:
'El gobernador Gore hasta ahora ha fracasado totalmente en el cumplimiento de su inicial promesa de eficiencia y de imparcialidad política y frecuentemente, durante sus escasas siete semanas, ha herido la sensibilidad de nuestro pueblo con fortuitas declaraciones torpes que han culminado en su aviso de que exigirá renuncias en blanco a los miembros de su gabinete'.
- Antonio Barceló al presidente Franklin D. Roosevelt.
El cabildeo en Washington del joven senador Luis Muñoz Marín también fue fundamental para la dimisión de Gore. El período de protestas, continuas manifestaciones obreras, persecución sistemática contra los nacionalistas, y la ola de violencia y agitación sin precedentes que vivía Puerto Rico le dieron el nombre de 'El infierno de Gore' a su corto término en la gobernación.
Finalmente, el 8 de enero de 1934, la Oficina de Asuntos Insulares recibió la carta de renuncia de Gore. Iba dirigida al presidente Roosevelt y le pedía que lo relevaran de sus obligaciones por 'motivos de su salud y la de su familia'.
El 12 de enero del mismo año, el Presidente aceptó su renuncia. Su sucesor fue el gobernador Blanton Winship, quien asumió el poder el 5 de febrero de 1934 y tres años después dio la orden de disparar contra una multitud en lo que hoy conocemos como la Masacre de Ponce.
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El exgobernador de Puerto Rico, Robert Hayes Gore. (Suministrada / St. Anthony Catholic School and Parish)