Después de más de una década de negativas, controversia y, sobretodo, mucho lobby, el órgano internacional que regula los dominios en Internet (ICANN), reunido en Silicon Valley, acaba de dar el aprobado decisivo para que empiece a comercializarse el sufijo .xxx para identificar los portales porno.

La industria del entretenimiento para adultos podrá así tener su propio barrio rojo en la red, según publica El País.

El primer paso se dio el pasado verano, cuando en agosto la ICANN

Aprobó provisionalmente la solicitud presentada por la firma de registro ICM. Pero hasta no tener el aprobado final de su consejo de directores, nadie quería cantar victoria. El dominio de la triple equis ya fue rechazado antes en tres ocasiones, desde que fuera propuesto por primera vez en 2000.

Stuart Lawley, responsable de ICM, venía defendiendo desde entonces que esta extensión permitirá catalogar mejor el contenido para adultos que circula en masa por la red y, de esta manera, los programas de filtrado serán más efectivos a la hora de identificar portales de esta naturaleza. De esta manera, los padres podrán mantener estas webs alejadas de los menores.

Se calcula que en la actualidad hay unos 370 millones de sitios en Internet con contenido pornográfico.

Muchas se camuflan bajo nombres engañosos y dominios general, como el .com, para escapar a la censura. Por lo tanto, estará por ver ahora cuántas webs optan por usar el sufijo .xxx. Hay además un problema a la hora de definir que se entiende por pornografía.

Durante estos años, los grupos de presión religiosos y de defensa de la familia, como el Family Research Council, lanzaron una intensa campaña de oposición porque considera que la industria pornográfica 'extenderá su imperio del mal por Internet'.