El presidente de la junta de control fiscal federal, Jose B. Carrión, fue ‘elegante’ al decir que ese organismo será deferente y ve como socio al gobierno que los puertorriqueños elijan en las urnas en noviembre próximo, aunque la realidad sea otra.

De acuerdo al Dr. Mario Negrón Portillo, catedrático jubilado en Administración Pública de la UPR, el recién estrenado presidente de la junta no tenía otra opción en su primera conferencia al contestar preguntas sobre el control absoluto que tiene la junta sobre el país, incluso por encima del gobierno democráticamente electo.

‘Tú esperabas que Carrión dijera algo distinto? No bendito, la gente tiene que ser elegante, no va a pararse en su primer día a decir ‘nosotros vamos a hacer lo que nos dé la gana y el gobierno, más vale que entienda porque si no acepta le pasamos por encima’. No iba a restregar en la cara el poder absoluto que tienen, aunque al final del día ellos tienen el control absoluto de lo que se va a hacer por los próximos años’, sostuvo Negrón Portillo.

Señaló que el hecho de que el gobierno se tenga que reportar a la junta es el ejemplo más claro de ese control absoluto del organismo federal que ejercerá el ente sobre nuestros gobernantes.

‘Mandaron a decir que la rama ejecutiva se va a tener que reportar completa y semanalmente tendrá que enviar la notificación de qué está entrando y qué está saliendo; y por aquello de que nada se les quede fuera, la Universidad de Puerto Rico, la Autoridad de Energía Eléctrica y la Autoridad de Acueductos también están directamente bajo esa supervisión. Ellos, lo que han dejado claro desde el principio, es que vienen a poner esto en orden y para pagarle a los bonistas’, reiteró al destacar el listado de dependencias públicas que, durante su primera reunión, los miembros de la junta esbozaron que quedarán bajo su control.

Dijo que no le sorprende el nombramiento de Carrión como presidente de la junta ya que está estrechamente ligado al Partido Republicano en Washington. Señaló que era lógico que la primera reunión fuera corta y más bien con un libreto para hacerse pública y, de esa forma, intentar acallar el reclamo público de transparencia de sectores en Puerto Rico; pero las demás no serán así.

‘No podía ser de otra forma, ya que la primera reunión era para escoger al presidente y establecer el mapa de ruta. Solo ésta y no las demás, porque uno presume (que), en la medida en que se empiece a discutir otro tipo de asunto donde puedan mediar asuntos de confidencialidad, no van a tener esa trasparencia’, acotó.

Según éste, quedó claro en la primera reunión que, de ahora en adelante, todo lo que tenga que ver con el funcionamiento del gobierno de Puerto Rico, incluyendo a los empleados, está sujeto a las disposiciones de esa junta.