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Instinto de madre salvó a su hijo

Ana Alvarez Fumero difícilmente olvidará la tarde del 25 de mayo pasado, cuando el destino la puso en una disyuntiva de vida o muerte: su hijo de un año convulsionaba, presentaba fiebre alta y falta de oxígeno, y dos hombres, de civil, y en un vehículo sin rotulos de la Policía, dijeron ser agentes encubiertos y le ofrecieron ayuda.

Qué hacer? Confiar? La mujer tuvo que tomar una decisión rápida y finalmente dejo el destino de su hijo en dos hombres: los agentes Melvin Matías Caraballo y José Cortés Vélez, de la División de Drogas de la Policía de Aguadilla, quienes trasladaron al menor al hospital Buen Samaritano, donde, según el médico, de no haber llegado al centro asistencial con la premura necesaria el niño habría muerto.

Eran las 5:30 de la tarde de ese miércoles y los dos agentes partullaban en un automóvil confidencial la zona de acceso a la base Ramey (la entrada cinco). De momento, se percataron de que en un carro una madre, Alvarez Fumero, quien se movilizaba con sus dos hijos de uno y dos años, estaba desesperada.

Caraballo y Cortés Vélez no tardaron en acudir en su ayuda y vieron cómo el menor convulsionaba y tenía dificultades para respirar. Se indentificaron como policías y querían ayudar a la mujer, que mantenía al menor de sus hijos en brazos, sin poder reaccionar. Pese al recelo por recibir la ayuda de dos desconocidos, finalmente accedió a ser socorrida y entregar a su hijo para que fuera llevado a un centro asistencial.

Más tarde, el médico de turno que atendió al infante y diagnosticó convulsiones por fiebre alta y falta de oxígeno, lo dijo claramente: de no haber sido atendido a tiempo, el niño habría muerto.

Hoy el menor, José Carrión, se encuentra fuera de peligro y la joven madre se mostró agradecida de los agentes, a cargo del comandante de la Región de Aguadilla, coronel Alberto González Vargas y el director de Drogas, Armas Ilegales y Control del Vicio, capitán Eddie Cordero Martínez. INS

Los policías que socorrieron a la madre del niño que convulsionaba no estaban uniformados, lo que causó el recelo de la mujer, que finalmente confió en los agentes para salvar a su hijo.
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