Media hora de lluvia y varias horas de espera fueron causantes de la gran exacerbación colectiva que se experimentó durante el desalojo de las Fiestas de la Calle San Sebastián el sábado en la noche.

A lo largo de las rutas de desahucio de la ciudad, se continuaban aglomerando masas de personas que tenían que recorrer la ruta entre medio de unas vallas que se prolongaron hasta poco después del Capitolio.

Además del largo tramo, un total de autobuses muy bajo para el número de usuarios del transporte colectivo esperaba en las paradas. Las vallas que construían la ruta a seguir, se convirtieron en un laberinto de rejas que varios brincaban para cortar fila y adelantar el tramo.

La lluvia repentina que permeó por poco más de media hora provocó que varias personas despejaran el área para buscar refugio en los árboles cercanos.

Por otra parte, el gran número de personas contrastó con la escasa cantidad de policías en el área. Para mantener control, varios de los empleados del Municipio de San Juan tuvieron que ejercer autoridad para que las personas regresaran a la fila.

En comparación con la pasada edición de las Fiestas, que contaban con las guaguas de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) para el traslado, la mayoría las guaguas que estaban en función eran autobuses escolares y en ocasiones unos pocos del servicio de la AMA.

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