Sentenciado a 102 años tras admitir que mató a policía
La sala 201 del Tribunal de Humacao no era un lugar bonito donde pasar el jueves. Más que por ser una sala ordinaria y fría, el lugar donde William Vázquez Tirado se declaró culpable de asesinar al agente Geniel Amaro Fantauzzi, retrataba un Puerto Rico que duele: a ambos lados una familia esperaba llorosa la sentencia del juez, tras la perdida física de un ser querido; uno, que murió asesinado mientras hacía su trabajo, y otro, que en uniforme gris pidió disculpas y lanzó un beso a su familia tras escuchar la condena de 102 años de prisión.
'A los familiares (del agente) que muchas disculpas, y a mis familiares que los amo, que me disculpen también', mencionó lloroso el joven de 27 años.
Vázquez Tirado fue acusado en agosto del año pasado por haber asesinado al agente de 35 años, durante un operativo el 19 de agosto en el residencial April Gardens, en Las Piedras. En el tiroteo, resultaron heridos Amaro Fantauzzi, y Julio Mundo Feliciano. El primero tuvo muerte cerebral tras haber permanecido conectado a un ventilador durante casi una semana, mientras que el segundo permaneció en condición estable.
Durante la vista preliminar, había trascendido que el gatillero estaba escondido en un apartamento, cuando los oficiales forzaron la puerta. Entonces, el convicto caminó hacia el teniente Ray Luyando, director de homicidios de Humacao, y le confesó el crimen: 'Yo no sabía que eran policías', le dijo Vázquez Tirado, testificó el teniente.
Luyando relató que llevó a Vázquez Tirado a la cocina del apartamento, le leyó las advertencias de ley y en ese momento el hoy acusado admitió que participó esa tarde de una balacera en el residencial.
'Me dijo que él estaba en ‘El Hoyo' (un sector del residencial), ahí vio que venía rapidito un Toyota blanco ‘tinteao' que comenzó a dispararle (y) que le disparaban. Se metió entre los edificios, encontró a un individuo con una pistola en la mano (y) le disparó. Siguió corriendo hacia los edificios, le disparaban y siguió corriendo hasta que se metió a un apartamento que encontró abierto', dijo Luyando sobre la supuesta admisión del acusado.
Tanto la familia del convicto, como la del occiso, estuvieron presentes en la vista. Tras escuchar la condena, ambas familias salieron de la sala llorando.