¿Cuántos han tenido que gastar en nuevos neumáticos, reparar aros, tren delantero, o han sufrido accidentes por transitar en la carretera PR-10 que discurre entre Ponce y Adjuntas?

Muchos conductores al pasar de los años, han tenido que enfrentar a diario las consecuencias de una de las más olvidadas carreteras de Puerto Rico.

Aunque a principios de la administración del ahora exgobernador Luis Fortuño, donde un pequeño tramo entre la salida de las famosas letras de Ponce y el puente que conecta la PR-10 con la PR-14 fue asfaltada con una fórmula experimental de goma triturada, jamás la obra concluyó.

La carretera, inaugurada en el 2000 en su tramo Ponce a Adjuntas, es la que le da la bienvenida a los cientos de pasajeros que llegan todas las madrugadas desde el Aeropuerto Mercedita, donde comienza la carretera PR-10, es sin duda, la peor forma de recibir turistas a la zona sur.

La senadora adjunteña, María de Lourdes Santiago, del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), se expresó el jueves, a favor de la Resolución del Senado 966 que busca desde la Legislatura investigar lo que ya muchos conocen, la deteriorada condición de la vía de rodaje.

Santiago Negrón expuso que dicha carretera debería servir de lección a los ingenieros, de la peligrosidad de este tipo de construcciones de carreteras en zonas con bastantes escorrentías de agua.

‘La naturaleza no quería que una carretera pasara por allí pero el orgullo del ser humano se impuso y hoy tenemos una vía extremadamente peligrosa para la cual se tuvo que abrir una montaña y por la cual discurren las escorrentías cada vez que llueve, lo que provoca, primero, una situación de extrema peligrosidad. En esa carretera en proporción con los años que ha funcionado, ha habido más accidentes y muertes que con la anterior carretera vieja, que era muy curva y muy resbalosa; y aun así, no conoció tantos incidentes desafortunados. Además, la carretera se encuentra en un estado que podrá ser aliviado con la asignación de fondos, pero que está destinado a repetirse y repetirse. Por la parte superior el agua va carcomiendo el cimiento, por el lado el agua va socavando los cimientos y hay partes en la que la estabilidad ha estado ya comprometida en varias ocasiones. Digo esto porque, ojalá y se halle una manera de hacer esta vía transitable y segura, pero creo que debe ser una lección importantísima en planificación’, sostuvo la Senadora.

El reclamo entretanto, llegó a los oídos del gobernador Alejandro García Padilla, cuando se le cuestionó a través de una entrevista radial en WPAB radio 550, sobre sus planes para corregir la PR-10.

‘Yo no sé dentro de las prioridades que usted tenga como Gobernador, términos de los aspectos viales, dónde está la carretera 10?, cuestionó el periodista radial José Elías Torres.

‘Muy altas’, respondió de inmediato García Padilla. ‘Cuándo, no te puedo dar una fecha (para la reparación), es porque estamos buscando los fondos’, añadió.

En ese sentido el Gobernador mencionó que una nueva emisión de bonos, que sería aprobada alrededor de marzo, pudiera incluir el dinero para iniciar la reparación de la importante vía de rodaje. Según García Padilla, se otorgarán 50 millones de dólares para por lo menos asfaltar la carretera.

No obstante, cabe señalar otro de los aspectos fundamentales para la seguridad de los conductores, la escasez de alumbrado en las noches, el problema de drenaje y acumulación de agua en el carril izquierdo en dirección de Ponce a Adjuntas, además del hundimiento del asfalto a la altura del semáforo que intersecta con la avenida Fagot en La Perla del Sur.