PONCE – El Ministerio Público radicó una moción el lunes para que se aumente la fianza del oficial correccional, que había quedado en libertad con supervisión electrónica luego de ser procesado por el supuesto asesinato de su pareja consensual, ocurrido la noche del sábado frente a su casa en la Urbanización Los Caobos en Ponce.

Alex Gueits Rubio, de 39 años, fungía como oficial correccional en el Complejo Las Cucharas de Ponce. El individuo fue acusado por el asesinato en primer grado de Gloria Rivera Franceshi, de 40 años, madre de tres hijos, uno de éstos un varón de cuatro años e hijo de ambos.

Pese a que el fiscal Juan Pumarejo expuso la peligrosidad del individuo, fue dejado en libertad bajo fianza por el juez Luis Vélez Vélez, quien encontró causa e impuso una fianza global de $80 mil, que fue prestada por la Oficina de Servicios con Antelación al Juicio (OSAJ) con uso de grillete electrónico.

Justicia radicó una moción para aumento de fianza, luego de que la determinación del juez fuera ampliamente criticada por no ajustarse a la naturaleza violenta del delito cometido, además de poner en riesgo la vida de los testigos que pueden haber en la calle de la residencia y los hijos, una joven de 18 años y un menor de 4 años, que estaban presentes al momento del asesinato.

La Procuradora de las Mujeres, Wanda Vázquez, criticó la fianza impuesta por llevar un mensaje de impunidad, aislado del sentido de justicia que debe imperar en casos de violencia de género. ‘Cómo es posible que un juez haya analizado tan fríamente estos hechos? La justicia no es sólo para acusados, sino para víctimas. Él tuvo derecho a ser entrevistado e ir a un tribunal… Y la víctima dónde está? Allí en Forenses con seis tiros’, expresó indignada en WKAQ.

Una llamada al Sistema de Emergencias 911 alertó sobre detonaciones y un posible herido de bala en el lugar. Personal del Precinto La Playa llegó a la escena, donde encontraron el cadáver en la entrada de su residencia. La occisa presentaba heridas de balas en el área de la cabeza y el cuerpo.

El caso fue investigado por el agente Edwin Meléndez bajo la supervisión del sargento Félix Guilbe en unión al fiscal Juan Pumarejo, quien instruyó radicar los cargos.