Con el reclamo de ‘todos merecemos vivir en paz’, representantes de distintas residenciales públicos del país marcharon el viernes por la Avenida 65 de Infantería en Río Piedras pidiendo un cese a la violencia en sus comunidades

El tramo de la marcha fue el mismo que hace varias semanas tuvo que ser cerrado por la Policía, debido a un tiroteo entre bandos de los residenciales Jardines de Berwind, Monte Hatillo y Monte Park. Hoy el escenario era otro. Niños, jóvenes y adultos portaban banderas blancas y pancartas llevando el mensaje que en los residenciales públicos también vive gente buena.

Desde horas de la mañana, la Uniformada custodiaba varias intersecciones de la transitada vía para el manejo del tráfico ya que a la altura del Residencial Monte Hatillo una tarima bloqueaba la carretera. La marcha salió de la intersección de la Calle Juan Báez a la altura del Residencial San Martín y transcurrió por alrededor de 40 minutos en dirección a Río Piedras.

‘Hay que dejarnos sentir, que se sepa que en los residenciales públicos vive gente buena. Todos merecemos vivir en paz.’ Así decía en repetidas ocasiones por el altoparlante, Orlando Rosario, uno de los líderes de la marcha.

Tomasa Rodríguez , líder comunitaria del residencial Monte Hatillo, dijo estar muy satisfecha con la respuesta a la convocatoria, a la gesta del Departamento de la Vivienda y se mostró esperanzada en que el propósito de la marcha tenga buenos resultados.’Espero que esta marcha sirva de beneficio para esos muchachos que tienen sus guerras, para lograr la paz que queremos todos nosotros en los residenciales públicos.’ Rodríguez recordó la última marcha que realizaron para el año 2012 que puso fin a la guerra entre bandos y trajo un respiro a residentes del área.

‘La demostración era que íbamos a detener la 65 por la paz y lo hemos logrado’, dijo a NotiCelSalvador Birriel, líder comunitario del Residencial Jardines de Country Club, quién adelantó que el trabajo continúa en conjunto con la Administración de la Vivienda para seguir adelantando camino por el crecimiento y desarrollo sano de estas comunidades afectadas por la violencia

Los organizadores estimaron la participación en alrededor de diez mil personas, en su mayoría residentes del área y de distintos residenciales de toda la Isla.