Seis años despues de la muerte del niño Lorenzo González Cacho, el Departamento de Justicia radicó un cargo por asesinato en primer grado contra un individuo. Se trata de Luis Gustavo Rivera Seijo, mejor conocido como ‘El Manco’.

Contra Rivera Seijo se halló causa para arrestó y se expone a 99 años de cárcel. La fianza es de $3 millones.

El Centro Judicial de Bayamón amaneció el martes con medidas adicionales de seguridad. Al filo de las 9 de la mañana, arribó al lugar ‘El Manco’, vistiendo una camisa clara y mahones, más robusto que antes, con una frondosa barba y fuertemente escoltado. Permaneció en una celda en el sótano del Tribunal, reunido con sus abogados Mario Moczó y Lester Arroyo, ambos miembros de la Sociedad para la Asistencia Legal.

El niño Lorenzo falleció el 9 de marzo del 2010, víctima de heridas perpetradas con un arma filosa en su sien, su ceja y el tabique de su nariz, así como de un golpe contundente en la cabeza que le produjo un trauma craneal. La agresión sucedió en su propio hogar, que compartía con su madre Ana Cacho y sus dos hermanas en la urbanización Dorado del Mar.

En aquel momento, Rivera Seijo se nombró a sí mismo autor del crimen. Sin embargo, tanto los testimonios como la evidencia científica recopilados hasta entonces por las autoridades locales, discrepaban con su alegación.

En su testimonio a principios de la investigación, ‘El Manco’ declaró que entró a la residencia del menor a robar y al ser sorprendido por el niño de ocho años, lo asesinó, y luego huyó, se lavó la sangre en una piscina y ocultó el cuchillo cerca de la residencia. Los agentes federales que cooperaron con el caso nunca encontraron evidencia independiente que sustentara la declaración.

Casi seis años después de aquella confesión, el Departamento de Justicia anunció que radicaría finalmente cargos formales de asesinato en primer grado contra Rivera Seijo, a quien la Defensa de la familia paterna de Lorenzo llamó en su momento ‘una bomba de humo’ para encubrir la verdadera autoría del asesinato.

Un mes antes del incidente que acabó con la vida de Lorenzo, en febrero de 2010, ya Rivera Seijo había sido imputado por asesinato atenuado contra un deambulante. Pero el Estado en repetidas ocasiones lo ha considerado no apto para ser enjuiciado, al momento de evaluar si tiene la capacidad mental de enfrentar cargos criminales y de cooperar con la Defensa.

Ha pasado así de un hospital psiquiátrico a otro en Ponce, en Río Piedras, siempre considerado inimputable. Los informes psiquiátricos de Rivera Seijo antes de que se radicaran cargos en su contra en la más reciente etapa del proceso investigativo, develaron que el sujeto estaba más estable.

Los fiscales Mario Rivera Géigel, Mari Carmen Rodríguez y Aracelis Pérez aún no han arribado a la sala para la vista de radicación. Se encuentran en Fiscalía junto con Ana Cacho, la madre de Lorenzo, controvertida figura que ha sido sospechosa del crimen en el pasado, y que también se encuentra en la mañana del martes en el Centro Judicial de Bayamón como posible testigo del caso.