George de Zayas, cuya residencia fue pérdida total tras el siniestro, sigue en un hotel con su amigo trinitense Simpson Jagdeo, quien estuvo en el momento en que se desató el fuego y bajó los 14 pisos pese a sus problemas de movilidad.

George de Zayas tiene 81 años y sigue esperando ayuda para él y su amigo, el trinitense Simpson Jagdeo, de 65 años: ambos vivían en un apartamento del piso 14 del edificio Villa Caparra Executive, en Caparra, donde hace una semana se desató un fuego que obligó a desalojar a los residentes de las 128 unidades que hay en la estructura de 17 pisos.

Afortunadamente, no hubo víctimas fatales ni heridos, pero Jagdeo estuvo cerca de perder la vida. Fue él quien se encontraba en el lugar al momento de desatarse el fuego y el que intentó extinguirlo primero con agua y luego, ya desesperado, con una chancleta.

Cuando ya el oriundo de Trinidad y Tobago vio que era inútil su esfuerzo, huyó del lugar y, pese a sus problemas de movilidad (usa bastón para caminar), bajó los 14 pisos que lo separaban de tierra firme y segura.

De Zayas había salido a comprar y solo llegó cuando ya era un hecho consumado la destrucción de su vivienda, que aún está pagando y que ahora está hecha cenizas.

Ahora él y su amigo están en un hotel y aún necesitan de mucha ayuda.

“Hay mucha gente que se ha ofrecido a ayudarnos, pero todo está llegando muy lentamente. Nosotros estamos en un hotel y tenemos la necesidad de salir a un lugar más permanente. En ese sentido (el de la vivienda), me han ofrecido ayuda, pero en lugares como Manatí, Aguas Buenas, Caguas y Gurabo… Necesitamos un lugar más cercano”, dijo el propietario del apartamento que quedó destruido por el incendio y que “no está saldo”.

El dueño añadió que además del apartamento “perdimos todo lo demás, por lo que necesitamos comprar todo. Tenemos que adquirir cosas y pertenencias para poder vivir razonablemente”.

Al margen de esas necesidades, están también las “muchas gestiones” que necesitan realizar, como por ejemplo con el seguro, “que no cubre las cosas personales”.

Mientras, de Jagdeo cuenta que “no sé cómo ese día bajó los 14 pisos y respirando humo. Él tiene una condición física que no le permite caminar mucho. Es un amigo de la familia que se vino de Florida y que también lo perdió todo. Se quedó sin nada”.

Resignado, De Zayas señaló a Noticel que lo ocurrido el pasado lunes “son cosas que pasan y esta vez me tocó a mí”.

A las personas que deseen ayudar, pueden hacerlo a través de ATH Móvil al número 787 983-2587.

Para mayor información, los interesados pueden comunicarse con la administración de Villa Caparra Executive al 787 792-8661 o a villacaparraexecutive@yahoo.com