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La Calle

Jill Biden: lo que quiso comunicar la primera dama de Estados Unidos en la Isla

La esposa del presidente Joe Biden buscó transmitir mucho más que estar a la moda con su vestido Ralph Lauren floreado y, de paso, fue la única de la comitiva presidencial que tuvo una pequeña salida de protocolo.

El momento en que Jill Biden saluda a la prensa puertorriqueña.
Foto: Juan R. Costa

Nada es al azar en la política, menos si se trata de la primera dama de Estados Unidos y, en este caso, de Jill Tracy Jacobs Biden , quien ayer demostró una vez más, con su presencia refrescante y gestos, cómo se maneja la política de los pequeños detalles y de lo que no se dice… pero se ve.

La primera dama estadounidense arribó a Puerto Rico como parte de una visita del presidente Joe Biden que se extendió por poco menos de tres horas, pero que dejó, en el caso de la esposa del mandatario, algunos gestos que no pasaron inadvertidos.

La también maestra de inglés de 71 años- tiene un doctorado en Educación- contrastó no solo con su vestido, sino que con su vitalidad frente al estilo cansado del presidente de Estados Unidos.

Jill Biden apareció en la puerta del avión y desde lo alto llamó la atención por su vestido floreado y caribeño, tras lo cual bajó de la aeronave de la mano de su esposo, hasta que se encontró en la loza del aeropuerto Mercedita de Ponce con el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia y su comitiva.

En esos escasos minutos, una guagua del Servicio Secreto de Estados Unidos tapaba a los protagonistas del diálogo, quienes tenían a pocos metros a la prensa que viaja con el presidente, pero no a la puertorriqueña, apostada lejos y sin poder captar el momento porque había sido ubicada en un hangar de la terminal aérea.

Llegada a Ponce del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y la primera dama Jill.
Foto: Juan R. Costa / NotiCel

Sin posibilidades de visión, los medios solo pudieron apreciar cómo Pierluisi Urrutia se iba del lugar aunque, de improviso, la primera dama tuvo un gesto inesperado: apareció detrás de la guagua que tapaba a los periodistas puertorriqueños y saludó amistosa y sonriente por un instante levantando su mano derecha.

Fue una pequeña salida de protocolo, el que Biden siguió al pie de la letra, ya que abordó la guagua blindada y se marchó de la terminal aérea.

Más tarde, Jill Biden estuvo acompañando al presidente en el puerto de Ponce y posteriormente, en la cancha del Centro Sor Isolina Ferré de Ponce, la primera dama y la directora de la Oficina del Gobernador, Caridad Pierluisi, empacaron suministros para los damnificados del huracán Fiona.

Fueron unos pocos minutos, porque la apretada agenda no permitía más para quien ostenta el cargo de primera dama de Estados Unidos desde el 20 de enero de 2021, aunque bastaron unas horas para que mostrara cómo se maneja en el cargo, según la experta en imagen, proyección y estilo Sara Pastor.

“Todas las personas que tienen contacto con los medios mantienen una creación de imagen y hay una influencia inmensa, un mensaje, en este caso en lo que te pones (para vestir), en las líneas. La imagen y proyección van de la mano… Importa cómo caminas, dónde te pones…”, comentó.

En cuanto al vestido usado en su visita y lo que Jill Biden quiso transmitir, opinó que “es una mezcla de líneas tradicionales con un estilo un poco romántico, por el estampado de flores, que es un símbolo de ella y la define, porque lleva un mensaje de empatía, de decir 'me importa lo que te pasa y te traigo alegría'. Es muy inteligente, aunque está en la sombra. No ha querido coger relevancia por encima del presidente, se mantiene discreta, pero es a la vez muy empática e inteligente”.

Para Pastor, “el hecho de que sea maestra me da la impresión de que ayuda a no verse distante, sino con conexión, no ha perdido su esencia de mujer”.

Incluso, señala que el calzado que eligió (compró varios pares en la calle Serrano de Madrid, España) “es cómodo, de una persona cercana”.

También sostuvo que el vestido, durante su visita a la Isla, “la distinguía perfectamente del resto de las mujeres que compartieron con ella”.