Ha comenzado la temporada de neonatos.

Comenzó la temporada de nacimiento de la pitón reticulada, que ha estado propagándose en Puerto Rico de manera acelerada y este escenario ha provocado que manejadores de estos animales insten a la ciudadanía a tomar medidas de seguridad.

De acuerdo con la revista National Geographic, la pitón reticulada es originaria de la zona que comprende desde el sureste asiático hasta el sureste de Vietnam así como en las islas Indo-Pacíficas de Nueva Guinea.

Llegaron a Puerto Rico de manera ilegal.

«Esta serpiente tiene un promedio de 4.78 metros de largo y un peso de 170 kilogramos, aunque se han encontrado ejemplares de hasta 9 metros de largo y 270 kilogramos, lo que la hace la especie más larga hallada hasta el momento», reza el artículo de National Geographic

Las hembras tienden a ser más grandes que los machos y su piel se caracteriza por tener un color amarillo claro combinado con marrón y líneas negras en la parte dorsal, así como también puede tener una línea negra desde el hocico hasta la nuca.

José Luis Morales Berríos, estudiante de Biología Marina, se ha dedicado a la captura de dichas pitones en los últimos meses, ya que son reptiles peligrosos y pueden ser matados de forma cruel.

«Esta especie es como el caimán, que fue introducida ilegalmente. Parece que la gente las compraba y las tenían en sus casas, no pueden controlarla y las sueltan. Por eso, se están viendo mucho de ellas. Donde las he capturado ha sido en el área central de Puerto Rico», explicó Morales Berríos a NotiCel.

«Ellas son bastante agresivas si se molestan y comen de todo. Ahora mismo, si hay niños cerca y le tiran, le puede causar daño. Ellas comen: ratones, perritos, gallinas, ovejos, cabras, gatos…», continuó el joven de 22 años.

Morales Berríos contó a este diario digital que hace cinco años capturó una pitón reticulada, pero no es hasta ahora que ha visto más apariciones de la especie.

En solo cuatro meses, Morales Berríos ha capturado alrededor de 25 pitones, mayormente en Aguas Buenas, Bayamón, Comerío, Naranjito y Guaynabo.

Las pitones capturadas son llevadas al Laboratorio de Ecología y de Manejo de Vida Silvestre de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, donde son utilizadas para estudios.

A pesar de que todavía no se pueden catalogar como una plaga, Morales Berríos sí alertó que estas son terrestres pero pueden ser encontradas en los ríos y hasta en árboles.

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«La temporada de neonatos empezó en estos días. O sea que, ahora es que empezaron a nacer las culebras. Esta es su época. Pueden nacer desde ahora hasta agosto», alertó el joven.

El joven estudiante que ha estado inmerso en la captura de la especie, también instó a seguir todas las recomendaciones para lograr mitigar la especie en Puerto Rico.

«Lo que recomiendo es que no porque hayas visto una culebra se vaya a matar, porque ahora mismo tenemos lo que es la Boa Puertorrriqueña que está en peligro de extinción y matarla conlleva multas. Si no saben identificarla, lo mejor es llamar a Recursos Naturales para que puedan orientarlos. De identificar que es una pitón, no se le peguen, no la molesten porque les puede tirar y puede causar daños», puntualizó.

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