La votación fue tripartita

En una votación tripartita, la Cámara de Representantes determinó expulsar al legislador del Partido Nuevo Progresista (PNP) Ramón Rodríguez Ruiz, al estar convencidos de que el funcionario violentó la Ley 54, tras agredir a una de sus empleadas.

La decisión, que necesitaba la aprobación de tres cuartas partes de los miembros, resultó en 46 votos a favor, un único voto en contra que le correspondió a Rodríguez Ruiz.

‘No me puedo sentir contento, pero tengo que agradecerle a los hombres y mujeres de la Comisión de Ética que hicieron su trabajo y no se dejaron influenciar por nadie, que acataron concienzudamente y acataron las solicitudes’, detalló el presidente del ente legislativo, Carlos Mendez Núñez, durante una conferencia de prensa posterior al acto.

En el hemiciclo, el líder cameral no emitió palabra adicional que no fuera consignar su voto a favor de la expulsión y adjudicar turnos de debate.

Mendez Núñez fue quien solicitó al abogado Ernie Cabán a que fungiera como Oficial Investigador en este caso, lo cual dio paso a una querella revisada por la Comisión de Ética. Fue entonces que la Comisión elaboró un informe y recomendó la expulsión de Rodríguez Ruiz, quien representaba al distrito 27, compuesto por los municipios de Aibonito, Coamo, Santa Isabel y Salinas.

Ahora, el PNP comenzará un proceso de elección para rellenar la vacante en el escaño. Esperan completarlo el 8 de abril.

Durante poco más de una hora, los legisladores se sumieron en un debate para justificar sus posturas. Entre ellos, Rodríguez Ruiz consumió un turno de 15 minutos, en el cual reiteró su inocencia de manera fogosa.

Además, tildó el procedimiento en su contra –o sea, la investigación externa ordenada por Mendez Núñez, y el análisis de sus pares en la Comisión de Ética– como uno ‘caprichoso, selectivo y entrampamiento político’.

‘Este servidor nunca ha tocado a ninguna dama, y en mi record nunca he tenido ningún tipo de situación con nadie en Puerto Rico. Esto ha sido un proceso atropellante por el capricho del señor Mendez Núñez. Al presidente Mendez no le consta nada por merito propio, no le consta nada de lo que dice esta querella’, alegó el representante.

En su alocución apasionada, y en ocasiones arrollada, Rodríguez Ruiz se defendió de las alegaciones en su contra amparándose una y otra vez en que el proceso fue uno viciado y subjetivo.

A preguntas del representante por el Partido Popular Democrático (PPD), Rafael ‘Tatito’ Hernández Montañez, el legislador exclamó que la víctima fue coaccionada para señalarlo como su agresor.

‘A la víctima se le obligó y se le coaccionó para que dijera el nombre de este representante. Esa coacción inicial del doctor fue lo que provocó todo esto’, añadió Rodríguez Ruiz.

A principios de noviembre del 2017, el nombre del funcionario público figuró en una querella de violencia de genero creada por Soniel Torres Suárez, quien dirige su oficina en el Capitolio. El día de los sucesos, recibió atención medica y, de acuerdo al informe de Ética, nombró varias veces a Rodríguez Ruiz como el culpable de sus heridas en el rostro.

Días despues, Torres Suárez se retractó de su versión original mediante una declaración jurada en la que eximió al legislador, pero no identificó quien fue el verdadero autor. Atribuyó su cambio de parecer a que fue sometida a ‘coacción e intimidación’.

Fuera de Hernández Montañez, ningún miembro de la Cámara le cursó preguntas al representante en cuestión.

Otro en tomar un turno en el debate lo fue el miembro de la minoría del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Denis Márquez Lebrón, quien como miembro de Ética aludió a la fiabilidad del proceso.

‘Hay prueba amplia, robusta y consistente de que el legislador cometió los actos violentos y delictivos. Yo estoy consciente y así votare. […] Un agresor de violencia domestica, un violador de la Ley 54 no puede ser parte de este cuerpo’, destacó Márquez Lebrón, antes de añadir que Puerto Rico es una sociedad patriarcal y machista, y temas como este deben ser atendidos con gran seriedad y diligencia.

Mientras, la representante novoprogresista María Milagros Charbonier Laureano catalogó como ‘una vergüenza para el pueblo de Puerto Rico’ y una injusticia a todas las víctimas de violencia domestica de la Isla la continua presencia de Rodríguez Ruiz como parte del equipo que dicta la política pública del país.

Fue la única mujer de la Cámara en expresarse.

Los representantes Luis ‘Junior’ Perez y Ángel Peña Ramírez tambien asumieron turnos.

La expulsión del representante se basó principalmente en los hechos de violencia domestica, aunque sí se evaluaron otras instancias en las que se entiende que se cometieron delitos como la creación de corporaciones adscritas a su oficina que podrían redundar en corrupción, y la contratación de un empleado ‘fantasma’. Es decir, alguien que, a pesar de que está registrada en su oficina como parte del personal, ostenta un empleo a tiempo completo en una escuela y no se ha presentado a trabajar en el Capitolio.

Rodríguez Ruiz se une a Nicolás Nogueras como los únicos legisladores en ser expulsados por sus pares de sus respectivos escaños.