Repercute la muerte del hijo de Gadafi
La muerte de un hijo de Muamar el Gadafi desata las represalias del régimen:
partidarios de Gadafi asaltan embajadas, mientras que la ONU se retira de Trípoli.
Prácticamente desconocido para los libios y alejado de las intrigas políticas, la muerte a los 29 años de Saif el Arab el Gadafi, hijo del dictador Muamar el Gadafi, y de tres de sus nietos, anunciada la madrugada del domingo por el régimen tras un bombardeo de la OTAN, ha desatado una cascada de acontecimientos, aunque en Bengasi sobran las sospechas de que Saif el Arab no ha fallecido y que todo se trata de una estratagema.
Sin embargo, el vicario apostólico de Trípoli, el obispo Innocenzo Martinelli, confirmó la muerte de Saif el Arab, ante cuyo cuerpo le condujeron las autoridades, según Efe. Junto a él, añadió, yacían los cadáveres de otro adulto y tres niños, publica el diario español El País.
La televisión libia informó que se trata de tres nietos de Gadafi, a los que identificó como Saif, de 2 años e hijo de Mohamed; Carthage, de 3 años e hija de Aníbal, y Mastura, de cuatro meses e hija de Aisha.
La Alianza Atlántica negó que intentara matar deliberadamente a Muamar el Gadafi, aunque en una semana tres ataques hayan rozado al sátrapa en Trípoli. Los medios británicos aseguran, sin embargo, que el edificio era una casa, y no una instalación militar.
El locutor de la televisión oficial clamó 'venganza' y leales al régimen se encargaron de ejecutarla: la residencia del embajador británico, la Embajada italiana, las misiones comercial y consular de EEUU y edificios de Naciones Unidas fueron atacados en la capital, lo que llevó al organismo a evacuar a sus 12 trabajadores extranjeros en Trípoli.
Posteriormente, el régimen de Gadafi aseguró que lamentaba los incidentes y que pagaría los desperfectos causados por una muchedumbre que, según un portavoz oficial, la policía no fue capaz de controlar.