Europa se cierra un poco
Francia e Italia se salen con la suya. La Unión Europea reintroducirá controles fronterizos internos 'en una situación realmente crítica cuando un estado miembro no sea capaz de cumplir con sus obligaciones bajo las normas de Schengen en relación con la inmigración ilegal de nacionales de terceros países con efectos negativos sobre otros estados miembros'.
Así figura en las conclusiones del Consejo Europeo que finaliza hoy en Bruselas. Dicha medida, agrega el documentado, se tomará sobre la base de 'criterios objetivos y una evaluación común', para un fin y por un periodo de tiempo 'estrictamente limitado', teniendo en cuenta la necesidad de 'ser capaz de reaccionar en caso de urgencia', publica El País.
El acuerdo de los jefes de Estado y Gobierno europeos, impulsado principalmente por Sarkozy y Berlusconi, no especifica si la introducción de este mecanismo requerirá una reforma del Tratado de Schengen o bastará con una modificación del reglamento y tampoco especifica si la reintroducción de los controles fronterizos podrá decidirla unilateralmente o será competencia de la Comisión Europea.
Para compensar a quienes, como España, se oponían a cualquier retroceso en la libre circulación de personas, el texto señala que esta es 'uno de los más tangibles y exitosos logros de la integración europea'.
La reintroducción de los controles fronterizos internos fue propuesta por Sarkozy y Berlusconi tras la llegada masiva de inmigrantes tunecinos y libios a la isla italiana de Lampedusa y la decisión de Roma de facilitarles un permiso que les permitiera viajar a Francia.
Del tratado de Schengen forman parte 28 países, la mayoría de los de la UE (salvo Reino Unido, Irlanda y Chipre) y algunos extracomunitarios (Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein).