Grecia se encuentra paralizada hoy por una huelga general de 48 horas convocada como medida de presión ante la votación el miércoles en el Parlamento del nuevo plan de austeridad del Gobierno griego.

Se trata de la segunda huelga general que convocan este mes los dos principales sindicatos griegos para mostrar su rechazo a las medidas, que consideran críticas para la estabilidad financiera del bloque de 17 países, publica el Wall Street Journal.

Uno de los puntos es un plan de austeridad a cinco años por poco menos de $40 millones y un programa de privatizaciones que Grecia debe aprobar a cambio de recibir más ayuda de sus socios europeos y el Fondo Monetario Internacional.

Los servicios públicos se han visto afectados por la huelga; las oficinas de las administraciones centrales y locales permanecen cerradas, mientras que los hospitales públicos operan con servicios mínimos y el servicio postal se ha suspendido. Los colegios y las universidades también permanecen cerradas.

Los servicios de transportes en todo el país han sufrido severos recortes, de manera que el tren y el ferry se han visto suspendidos y los controladores aéreos tienen previsto llevar a cabo paros, que provocarán la cancelación de numerosos vuelos.

El sindicato del sector público ADEDY dijo en un comunicado que la huelga será un 'catalizador' para cambiar el plan de austeridad del Gobierno.