Las fuerzas de seguridad sirias podrían haber cometido crímenes contra la humanidad por la represión de las manifestaciones pacíficas celebradas en mayo en la ciudad siria de Tel Kelaj, cerca de Homs, según denunció Amnistía Internacional (AI).

El informe de la organización humanitaria se basa en los testimonios recogidos en Líbano, país con el que hace frontera esta ciudad, y en las llamadas de teléfono recibidas desde Siria, que 'pintan un cuadro de abusos sistemáticos destinados a acabar con la disidencia', según el subdirector de AI para Oriente Próximo y Norte de África, Philip Luther, publica el diario español El País.

'La mayoría de los crímenes descritos en este informe caerían en la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional (TPI), pero antes el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe remitir la situación al Fiscal del Tribunal', sostuvo el activista.

En concreto, se refiere al caso de nueve personas que fueron detenidas en el marco de estas protestas y que murieron mientras estaban en custodia policial. No obstante, asegura que además decenas de personas fueron arrestadas y torturadas en 'la devastadora operación de seguridad' en Tel Kelaj, que apenas duró unos días.

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