Recuerdan el valor de Betty Ford
La primera dama de EE UU entre 1974 y 1977, Betty Ford, quien acompañó a su marido Gerald Ford cuando este tuvo que sustituir a Richard Nixon tras el escándalo Watergate en agosto de 1974, murió el viernes a los 93 años en Palm Springs.
Reconocida por su valentía y sus luchas contra las víctimas de las adiciones, no fue una primera dama ordinaria y así lo escribió en sus memorias: 'Soy una mujer ordinaria que tuvo que subirse al escenario en un momento extraordinario. Cuando me convertí en primera dama seguí siendo la misma de antes. Pero por accidentes de la historia me convertí en una persona interesante'.
Las condolencias emitidas por todo el espectro político estadounidense recordaron las muchas virtudes de una mujer osada que se enfrentó a difíciles situaciones personales como el cáncer de mama, el alcoholismo y la adicción a los opiáceos.
Defendió abiertamente los derechos a la igualdad de género, de los homosexuales, el aborto libre e incluso el consumo de marihuana en una época en que muy pocas mujeres prominentes, y casadas con un republicano, se atrevieron a hacerlo, publica El País.
'Como primera dama fue una de las grandes defensoras de la salud y de los derechos de las mujeres. Tras abandonar la Casa Blanca, ayudó a reducir el estigma social que pesaba sobre las adicciones e inspiró a miles de personas para buscar tratamiento', declaró el presidente de EE UU, Barack Obama.